Cristóbal, un artista para la pizarra del Racing

Antía S. Aguado REDACCIÓN / LA VOZ

OPA RACING

GONZALO BARRAL

Desde su llegada en el 2021 ha revolucionado al cuadro verde con sensatez, audacia y un fútbol vistoso que encandila a la afición y también logra resultados. Acaricia su mayor gesta en un banquillo

27 may 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Febrero del 2021. Cristóbal Parralo toma las riendas del Racing de Ferrol. Con su serenidad y calma características. Y, sin hacer ruido, ha logrado liderar el renacer de un equipo y el de una ciudad entera. «Sueño con ver al Racing en Primera», dijo hace un mes en una entrevista en La Voz. El mismo sentimiento que ha contagiado a los racinguistas.

Parralo, que durante su etapa como jugador pasó por equipos de la talla del Barcelona y el París Saint-Germain, se trasladó a Galicia en el 2016. Lo hizo para tomar las riendas del filial del Deportivo. Era su primera experiencia lejos de Cataluña, donde había entrenado al Girona y al Damm. 

Anteriores experincias

Aunque al principio el equipo tardó en carburar, sus pupilos compitieron muy bien. De hecho, el Fabril se proclamó campeón de Tercera y, tras disputar el play off, ascendieron de categoría. «La verdad es que esa temporada en el Fabril fue preciosa, había muy buenos futbolistas y con muy buena proyección. Guardo unos recuerdos bonitos», recordó. 

Su buen trabajo le abrió las puertas del primer equipo en el 2017 después del cese de Pepe Mel. Sin embargo, no se encontró el mejor contexto: un Dépor anclado en los puestos de descenso de Primera. Con tres victorias en 15 partidos y con una delicada situación, Parralo fue destituido en mitad de la liga. «Intenté hacerlo lo mejor posible, pero, a veces, esas dinámicas cuesta mucho revertirlas», comentó el técnico.

Tras un tiempo sin equipo, el cordobés recaló en el Alcorcón en junio del 2018. Sus primeros meses fueron inmejorables. El equipo firmó un gran arranque en Segunda (con once jornadas disputadas, los alfareros eran cuartos, a dos puntos del ascenso directo), y el club premió a Cristóbal con la renovación por una temporada más. El cuadro madrileño siguió en línea ascendente hasta la segunda mitad de la temporada, quedándose alejado de los puestos de ascenso. Por ello, el Alcorcón tomó la decisión de rescindir su contrato de cara al curso siguiente.

El técnico tardó pocos meses en volver a los banquillos. En noviembre del 2019 fichó por el Racing de Santander, donde estuvo solo hasta principios de febrero con un balance negativo (una victoria, cinco empates y cuatro derrotas). 

Inicios en Ferrol

Después del viaje entre banquillos, Parralo encontró su lugar: Ferrol. «Compromiso, entrega, sacrificio, orden y jugar como equipo», dijo en su presentación. Un mandamiento que ha cumplido desde entonces. En su primer año, casi consigue meter al Racing en la fase de ascenso tras un esprint final. Con un gran rendimiento, se clasificaron para la Copa y ganaron plaza en la nueva Primera Federación.

El curso pasado sí consiguió que el equipo ferrolano disputase el play off de ascenso a Segunda después de una recta final impecable (entre febrero y mayo solo perdió un partido). El Nàstic les apeó del sueño. Pero este año se encuentra, ahora mismo, más vivo que nunca. Después de una temporada en la que solo ha experimentado un bache, el Racing es líder por encima de equipos con mayor presupuesto. Parralo lo ha vuelto a conseguir y tiene, en sus manos, el regreso del equipo al fútbol profesional 15 años después. Sería, de largo, su mayor logro en un banquillo.

Javier Manjarín, Pablo López y sus hombres de confianza

Si algo destaca Cristóbal Parralo es la labor que realiza junto a todo su equipo. En su cuerpo técnico aparecen nombres como Javier Manjarín, segundo entrenador y uno de sus hombres de confianza. «Había feeling para trabajar juntos y, a partir de ahí, el tiempo nos ha dado la razón. Nos complementamos muy bien. Es una persona muy importante para mí», comentó en una entrevista en La Voz, al tiempo que añadió que se trasladan juntos todos los días a Ferrol, pues ambos viven en Miño.

Otro hombre fundamental es Pablo López, quien también desempeña la función de segundo entrenador. El coruñés, que igualmente trabajó en el Deportivo, ya sabe lo que es estar en Primera División.

El resto del cuerpo técnico lo completan César Caamaño (entrenador de porteros), Óscar Ares (readaptador), Jorge Méndez (fisioterapeuta) Kiko Corredoira (preparador físico). A mayores, José Alcudia, el encargado del material, Carlos Brage, el médico, y José Serantes y Manuel Ángel Mesa, quienes desempeñan la función de delegados.