Denuncia a un amigo por abuso y agresión sexual tras compartir piso con él y con otras amistades

Bea Abelairas
Bea Abelairas FERROL / LA VOZ

FERROL

Imagen de archivo del juzgado de Ferrol
Imagen de archivo del juzgado de Ferrol JOSE PARDO

El fiscal pide dos penas de dos años y 18 meses de prisión, además de alejamiento y una indemnización

12 may 2023 . Actualizado a las 22:09 h.

Una joven ha denunciado a un amigo por una presunta agresión y abuso sexual cometidos en dos fechas distintas, aunque casi en la misma situación. El acusado forma parte de la pandilla de la mujer, que ahora tiene 23 años, pero que rondaba los 20 cuando sucedieron los hechos. Como cualquier otro grupo de amigos, los dos se quedaron a dormir en un piso de Ferrol junto con otros conocidos. La primera agresión fue en el año 2000.

La chica pernoctó en la casa del encausado y «por su relación de amistad compartieron espacio en una cama de una habitación de la vivienda; mientras ella permanecía dormida, con ánimo libidinoso él se colocó en ropa interior encima de ella y la agarró de las manos y caderas para que no se moviera» para realizarle tocamientos con sus genitales que nunca consintió. El escrito del fiscal detalla que la mujer se quedó «paralizada e inmovilizada hasta que el encausado consideró que había finalizado y la soltó sin manifestarle nada».

La conclusión del fiscal es que ese delito es una agresión sexual y debe condenarse con dos años de prisión con inhabilitación especial para el derecho del sufragio pasivo durante el tiempo de la condena, y la prohibición de aproximación a menos de cien metros de la víctima, de su domicilio, lugar de trabajo o cualquier otro lugar en que se encuentre. La comunicación con ella por cualquier medio también queda prohibida en dos años.

El segundo abuso

La joven volvió a coincidir con el acusado un año más tarde, en marzo del 2021: «Ambos se habían quedado a dormir con varios amigos comunes en una habitación con varios colchones en la vivienda de uno de ellos», situada también en Ferrol.

De acuerdo con los documentos judiciales sobre el caso, el encausado «compartió espacio en un colchón con la mujer, y mientras esta dormía de espaldas, con ánimo libidinoso, le puso el brazo por encima acercándose con su pene hacia sus nalgas para proceder a restregárselo por esa zona, quedándose paralizada e inmovilizada ella hasta que el encausado se giró para terminar masturbándose a su lado».

El fiscal considera que estos hechos son constitutivos de un delito de abuso sexual y pide una pena de 18 meses de prisión, también con inhabilitación especial para el derecho del sufragio pasivo durante el tiempo de la condena, y la prohibición de aproximación a menos de cien metros de la denunciante y de cualquier lugar en el que se encuentre. Tampoco podrá comunicarse con ella durante dos años una vez que cumpla las otras penas.

El escrito de la acusación todavía solicita otras medidas: con arreglo al artículo 192.1 del Código Penal se impondrá al procesado la medida de libertad vigilada de tres años, a ejecutar tras el cumplimiento de la pena privativa de libertad. Y que se le inscriba en el Registro central de delincuentes sexuales, si resulta condenado.

Daños morales

Al encausado se le solicita también indemnizar a la joven con 3.000 euros por daños morales ante la «situación reiterada a que fue sometida». Y se insiste en que ella pueda declarar en el juicio sin ver a su supuesto agresor. Los abogados de las dos partes tuvieron ayer un acto de conciliación para un posible acuerdo que evitase el juicio.