Mi abuelo materno se llamaba Lino Faustino López Vázquez. Nació el día de Reyes de 1937 en Neda. Era un rubiales de ojos azules y enorme corazón, bromista, divertido y emprendedor. A la edad de quince años entró a trabajar en Bazán, donde destacó ganando varios premios durante la Dictadura mientras se formaba como delineante, además de realizar trabajos para particulares, como el logotipo de una conocida marca de quesos. Su valía lo hizo ascender y lo llevo a cambiar de empresa en dos ocasiones: Astano e Imenosa.
Persiguiendo la mejora económica para sacar adelante a sus nueve hijos, mi abuelo Lino siempre tuvo tiempo también para preocuparse por su barrio y su ciudad. Formó parte de la primera APA del Colegio Santa Juana del Lestonnac. Fue presidente de la Asociación de Vecinos de Caranza. Presidió durante 17 años la asociación cultural Liceo Rubia Barcia y fue el sexto presidente del Club Galicia de Caranza durante una década. Además, fue dos veces concejal en el ayuntamiento de Ferrol. La primera por Identidad Familiar y la segunda por el PSOE, siendo el primer concejal de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Ferrol.
Lino formó su mayor proyecto, el de vida, con su gran amor, mi abuela Doly. El 25 de julio de 1959 se casaron y durante 63 años tuvieron 9 hijos, 18 nietos y 8 bisnietos, hasta hoy. Mi abuelo fue un gran disfrutón de la vida hasta que la enfermedad lo frenó. Falleció el 2 de marzo del 2022 rodeado de su familia en su casa de Caranza. Nos dejó en herencia su inmensa fortaleza, generosidad, sabiduría y alegría, pero sobre todo esa luz que desprendían sus preciosos ojos azules y con la que nos iluminó e ilumina cada día. Gracias por todo y por tanto abuelo.