La casa rural Gypsy Pantín atrae a «skaters» y a surfistas de todo el mundo

Carla Elías Martínez
Carla Elías FERROL

FERROL

La pareja formada por los italianos Andrea Cavaletti y Alicia Arduini abrió una vivienda turística en la playa valdoviñesa con una «piscina» para patinar

16 feb 2023 . Actualizado a las 13:26 h.

Un viaje por Galicia para patinar enamoró al italiano Andrea Cavaletti de la playa de Pantín. «No conocía la zona y, al regresar a Mallorca, hablé con mi chica y le propuse la idea de buscar algo por aquí porque me gustó mucho», explica Cavaletti. Así, junto con Alicia Arduini, nació el concepto de la Casa Gypsy Pantín, un alojamiento rural enfocado para amantes del skate y el surf donde destaca una impresionante bowl para patinar. Se trata de una especie de piscina sin agua ideal para practicar skate, una oferta única en la comarca.

La pareja italiana lleva años viviendo en España. Primero en Barcelona, donde pusieron en marcha la marca Gypsy Skate, y luego en Mallorca, donde abrieron un restaurante. «Desde hace muchos años tenía la idea de montar algo así, un alojamiento con el skate y para surf», señala. Reconoce que no conocía la magnitud de la importancia del surf en esta playa. «Yo soy skater, y hace unos años empecé a hacer surf. Al buscar la zona en internet para conocerla mejor vi que se hacía el Pantín Classic y me pareció que sería un buen lugar», subraya.

El mismo amor a primera vista que tuvo con la playa se repitió con la casa que ha rehabilitado. «Fue la única que vimos y nos encantó porque tenía el terreno necesario para hacer el bowl de skate», detalla Andrea.

Primero construyó la piscina para patinar y luego emprendió la rehabilitación de las diferentes zonas de la casa. «Hace dos años empezamos con el primer piso turístico. El año pasado reformé otra planta, que vamos a dar de alta para este. En la tercera planta es en la que vivimos», explica.

En total dispone de camas para 16 personas divididas en dos plantas. Y el arranque ha sido tan bueno que ya cuenta con reservas de un año para otro. Cuentan con turistas, principalmente, europeos. «Tengo a gente de Francia, Italia, del norte de Europa... Pero también ha venido ya gente de otros países como Marruecos», detalla el responsable. Ya cuenta también con adeptos que piensan volver. «El año pasado vino una familia francesa, que ha vuelto a reservar este año. Todos, el padre, la madre, la hija y el hijo, surfean y patinan», explica. También es uno de los alojamientos escogidos por Blueroad Experience, organizadores de experiencias premium de surf y skate por todo el mundo. «Con ellos, el año pasado tuvimos a gente de Suecia, de Chile etc. Agrupan a gente para compartir la experiencia del verano en Pantín», señala Andrea.

Su casa se convierte en un punto neurálgico durante la celebración de la prueba de surf internacional Pantín Classic. «Cuando se hace la competición siempre se alojan deportistas. El año pasado estuvieron unos surfistas vascos y el anterior uno marroquí que compite con Quiksilver», detalla.

De su casa enamora, además de la pista de skate, la puesta de sol. Y pide la recuperación de las viviendas abandonadas del entorno. «Es la única pega. No se puede tener todo, Pero, al final, quien se queda aquí a dormir no ve más de la puesta de sol», destaca.

El futuro pasa por organizar eventos en su bowl de skate. «Es una construcción profesional, no hay nada parecido por aquí. Es algo diferenciador para nosotros», explica Andrea.

«Lo mejor, la tranquilidad»

Por el momento, la casa está operativa desde junio hasta octubre. Andrea y Alicia viven largas temporadas en Pantín. «La idea en un futuro es mudarnos aquí y darle gas», avanza. Les encanta la naturaleza y lo que ofrece Valdoviño. «Siempre hemos vivido en ciudad y nos encanta mudarnos a un pueblito. Nos gusta la naturaleza y la tranquilidad. Es un sitio en el que aún no hay tanta gente surfeando», valoran. Al igual que la acogida de la gente. «La gente nos acogió increíble, como si fuésemos locales», agradece el impulsor.

 
 
 
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