Urimare, donde el churrasco se hace arte: «Ferrolterra es muy carnívora»

Patricia Hermida Torrente
Patricia Hermida NARÓN / LA VOZ

FERROL

Suso Varela con chuletones de buey y vaca, ante el horno del Urimare
Suso Varela con chuletones de buey y vaca, ante el horno del Urimare JOSE PARDO

Suso Varela, mítico del baloncesto comarcal, dirige el restaurante de Narón

07 feb 2023 . Actualizado a las 18:37 h.

Al calor de la lumbre del Urimare se han festejado aniversarios, negocios, amores, amistades e incluso campeonatos de baloncesto. El restaurante de Xuvia forma parte desde hace 55 años de la historia gastronómica y sentimental de Ferrolterra, escrita con letras de oro a base de las mejores carnes de Galicia... que al final «son las mejores de Europa». Y al frente se encuentra Suso Varela, que empezó a trabajar en este negocio familiar hace 25 años y que trata a los clientes más habituales como amigos. Donde el churrasco se hace arte, tan jugoso como la mantequilla, en una comarca de inmejorable paladar: «Ferrolterra es muy carnívora, sabe gastar y cada vez entiende más de carne».

Como cuenta Suso, «el Urimare empezó donde el antiguo cine y frente al colegio Jorge Juan, en manos de la primera dueña que era uruguaya... después llegarían mis tíos y mi madre lo cogería hace ya más de 40 años». Su familia vino de Malpica, para ofrecer el exitoso combo de pizzas más churrasco. Y hace siete años se trasladó a un nuevo local ya en la carretera de Castilla, donde se ha especializado tanto en carnes gallegas como internacionales. «Además de con vaca, buey y ternera gallega, trabajamos con Angus, Wagyu japonés y ahora pescado a la brasa como lubinas o rodaballo», explica el gerente del restaurante.

Tiene claro que «la mejor carne de Europa es la gallega y eso también se paga, la clientela busca la trazabilidad de lo que se come, es la carne más cotizada aunque aquí pueda costarnos más apreciar lo que tenemos». En un restaurante, un buen kilo de la mejor vaca puede partir de 70 euros. Admite Suso que «la pandemia ha provocado que subiesen los precios, sobre todo por los costes de servicios como la luz... pero lo importante es ofrecer calidad para que vuelva el cliente».

En el Urimare, las carnes gallegas proceden de la Costa da Morte (Malpica, Carballo) a través del proveedor coruñés Ruser Lomos: «Por la alimentación en esa zona y el salitre de las aguas se considera la mejor, los animales están mimados en pequeñas explotaciones que siempre son mejores que las grandes». También llega vaca filandesa y Wagyu japonés por temporada. Este última raza bovina originaria de Japón puede subir a 200 euros el kilo, «aunque aquí lo vendemos por gramos».

Considera que «en los últimos cinco años la gente prueba otras carnes» y experimenta más, como demuestra el éxito de las jornadas con su cuñado del Sinxelo. En el establecimiento con aforo para 120 personas se suceden los llenazos en el fin de semana: «Aprendí este negocio familiar con mis tíos y mi madre... queremos que la gente se sienta cómoda y siga viniendo como hace 50 años». Familias forofas del Urimare de generación en generación, parejas, grupos de amigos que apuran la noche hasta la madrugada con gran vinculación con el baloncesto. Suso Varela se mueve entre las mesas con su característico don de gentes. «Soy sociable porque lo heredé de mi madre, no tanto como ella porque es muy especial; pero hay que tratar igual a los que piden una pizza que a los del chuletón de 80 euros», dice al frente de una plantilla de 11 trabajadores y dos autónomos.

En Suso se unen tres pasiones: su familia, el Urimare y el basket. «Desde pequeño jugué al baloncesto y ahí hice mis amigos de verdad, ahora tengo que dedicar más tiempo a familia y trabajo pero llegué a compaginarlo todo durmiendo solo dos horas», recuerda. «Pero no me arrepiento porque mis buenas amistades las hice en este mundo, empecé en el Jorge Juan, pasé al Santiago Apóstol, hice la carrera ocho años en el Estudiantes donde conocí a mis amigos, después estuve dos años en San Rosendo... y la ilusión volvió en el Narón con otros ocho años con los colegas del Estudiantes», rememora.

Sus proyectos deportivos pasan por formar un nuevo club en Narón en un plazo de año y medio con nada menos que Lucho Fernández y Manolito Aller: «Ya está inscrito como Basket Narón, es ambicioso y ahora depende de lo que quiera el concello». Tan mítico como el Urimare es un mapa que ya colgaba en el antiguo local: «Me lo quisieron comprar varias veces pero no se vende, es histórico como el restaurante». Y como el propio Suso Varela.