La obra del bulevar de As Pías reabrirá por fases el tramo cortado en Nueva de Caranza

FERROL

CESAR TOIMIL

El Gobierno no concreta cuándo se retomará la circulación y afirma no estar en riesgo de incumplir los plazos pese a la bajada en el ritmo de los trabajos

05 feb 2023 . Actualizado a las 10:45 h.

El 14 de noviembre se cerraba al paso el túnel de la calle Nueva de Caranza. El inicio de las obras en el primer tramo de la avenida de As Pías para su transformación en bulevar obligaba a acotar la zona para acometer trabajos de canalización de servicios. Entonces el Concello informaba de que la restricción se mantendría «arredor dunha semana». Han pasado prácticamente tres meses y la zona sigue cerrada al tráfico, tomada por operarios, maquinaria, montañas de piedra y tierra y zanjas. Por el momento no hay fecha concreta, pero fuentes oficiales del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, responsable de la humanización de As Pías, trasladaron la intención de reabrir la calle «por fases», debido, argumentan, «a la propia configuración de las obras y al entramado urbano en el que se hallan». No hay más detalles: «En el momento en el que pueda reabrirse el tráfico en algún tramo se anunciará con la debida antelación», se limitan a expresar, descartando que se vaya a esperar a la demolición del paso superior para restablecer la circulación.

Actualmente, en este punto se trabaja en la reposición de servicios como el de abastecimiento potable, el saneamiento o redes de gas, que se concentran en ese paso. Y es la única labor que se acomete en el tramo inicial de la avenida, que comprende los primeros 600 metros de trazado.

En el medio kilómetro siguiente, entre O Bertón y Caranza, las obras se encuentran más avanzadas, aunque el ritmo de los trabajos se ha ralentizado y en las últimas semanas apenas ha habido actividad, como corroboran los residentes en la zona. Tres máquinas pesadas permanecen sobre el paso elevado de la calle Marqués de Santa Cruz, que enlazaba la rotonda del conservatorio con la zona de A Gándara. Con la demolición de sus muros, esa vía quedaba cortada al tráfico hace meses, aunque se permite el paso de los peatones para salvar la avenida.

La planificación de la obra pasa por iniciar la demolición del firme y el movimiento de tierras, con el desmonte y explanación en la FE-14, que suprimirán el talud que actualmente actúa de barrera entre barrios.

Futuro traslado de líneas de bus

El ministerio ya adelanta que «probablemente» será necesario trasladar algunas líneas de transporte público, en una vía por la que discurren varias rutas de transporte urbano e interurbano y en la que se concentran cuatro paradas de autobús, una de ellas ya anulada a consecuencia de las obras.

Convertir la avenida de As Pías en un bulevar requiere una inversión que supera los 10,6 millones de euros. El día en que arrancó la obra, el 1 de junio del pasado año, se fijaba su remate en octubre del 2024. Ahora el Gobierno elude «aventurar» una fecha de finalización. Argumenta que una obra en plena zona urbana, como en este caso «presenta mayor complejidad» que otras ubicadas en zonas no urbanizadas, entre otras cuestiones, detallan, por la cantidad de servicios que se suelen ver afectados. «El ritmo de los trabajos no solo depende exclusivamente de la diligencia de la Administración, sino también de la de las empresas implicadas y la ejecución por su parte de servicios afectados», apuntan.

El Ministerio de Transportes asegura que tratará de ajustarse a los plazos contractuales, aunque matizan que en cualquier obra «nunca se está exento de sufrir imprevistos y contratiempos que hagan que finalmente el plazo se pueda alargar algo más de lo debido». Pese a ello, sostiene que según la programación actual y los trabajos ya ejecutados «no estamos en riesgo de incumplir el plazo final pactado», según trasladaron fuentes oficiales.

La mutación de As Pías en un bulevar conservará los cuatro carriles de circulación, aunque el de la derecha, en cada sentido, se destinará a vía de servicio, para el acceso a las plazas de aparcamiento que se habilitarán y las paradas de autobús. La actual carretera se convertirá en una vía urbana que discurrirá a nivel para integrar y comunicar los barrios que discurren a ambos lados. Para ello, se construirán dos rotondas —una a la altura del enlace con la Trinchera y otra en Caranza, donde ahora está el viaducto de la calle Marqués de Santa Cruz, que será demolido— que vertebrarán el tráfico. Un gran parque lineal incorporará nuevas zonas verdes, áreas de juegos infantiles, un parque biosaludable y carril bici.