Catorce años del Klaus, el ciclón que dejó Ferrolterra a oscuras

Antía Urgorri Serantes
ANTÍA URGORRI FERROL / LA VOZ

FERROL

JOSE PARDO

La borrasca que originó en Bares la racha de viento más fuerte hasta ahora en la península, tuvo durante semanas sin luz a miles de vecinos de la zona

21 ene 2023 . Actualizado a las 17:58 h.

El 23 de enero de 2009 —el lunes se cumplen catorce años— la comarca se fundió a negro. Vivió un apagón que duró semanas. El que provocó la llegada del ciclón extratropical Klaus. Una profunda borrasca que ha hecho historia por muchas razones. Por causar la racha de viento más fuerte desde que existen registros —de 229 kilómetros por hora en la estación de Aemet en Estaca de Bares— y por dejar a miles de vecinos de las comarcas de Ferrolterra, Eume y Ortegal sin suministro eléctrico durante semanas.

Klaus puso en evidencia el obsoleto tendido eléctrico, en la mayoría de los tramos sin soterrar, que suministraba energía a numerosos núcleos de la zona, sobre todo del rural. Como el Discoverer, que se convirtió en una oportunidad para mejorar la conexión viaria de los ferrolanos con la llegada de la AP-9, el vendaval también sirvió para que las eléctricas invirtiesen al fin en la modernización de sus infraestructuras.

Fuentes de UFD, la distribuidora eléctrica de Naturgy, explican que desde el paso del ciclón en 2009 se invirtieron en la comarca de Ferrol «más de cien millones de euros» con el objetivo de «robustecer y modernizar las infraestructuras de suministro de energía eléctrica y digitalizar la red de distribución, especialmente en zonas rurales».

A lo largo de estos años, informa Naturgy, se construyeron más de 550 kilómetros de líneas de media tensión, 620 kilómetros de líneas de baja tensión, así como 430 centros de transformación.

Aquella mañana de 2009 tras el paso del vendaval, la comarca amaneció aplastada por un manto de árboles y ramas que Klaus lanzó por los aires colapsando el suministro eléctrico, las comunicaciones por teléfono, las carreteras y provocando innumerables destrozos.

La eléctrica, Fenosa en ese momento, llegó a movilizar a 1.500 trabajadores en la comarca para tratar de recuperar la conexión. Durante semanas, muchos vecinos, sobre todo del Ortegal, la zona más afectada, permanecieron a la luz de las velas.

La retirada de la madera que dejó el ciclón desperdigada por montes, viales y casas fue un arduo trabajo, que se prolongó durante meses. La Consellería do Medio Rural llegó a recibir un aluvión de peticiones en los días y meses posteriores.

¿Por qué Klaus fue realmente tan devastador? La borrasca se aproximó a la comunidad gallega mientras perdía presión de forma rápida. En menos de 24 horas su presión mínima central cayó desde los 994 a los 974 milibares. Esa caída fue la que provocó que las rachas fueran tan intensas. Los vientos sobrepasaron los 150 kilómetros por hora en varios puntos, y la estación de Aemet en Estaca de Bares midió una racha de 229 kilómetros por hora, un récord que sigue imbatible.

José Pardo

El vendaval levantó el tejado del Pazo da Cultura de Narón un mes después de su inauguración

El Pazo da Cultura de Narón se inauguró por todo lo alto el 13 de diciembre del 2008, un grandioso edificio que nacía con vocación de convertirse en el gran contenedor cultural de la comarca. Pero el Klaus se encargó de entorpecer este arranque, ya que solo unas semanas después el ciclón se llevó por delante parte de la cubierta del edificio, junto a otras deficiencias, que obligaron a hacer una inversión de 700.000 euros y a mantener el Pazo un mes cerrado para poder arreglar todos los desperfectos.

JOSÉ PARDO

Aureliano Bacelo: «A las ocho de la tarde salimos del parque de bomberos y ya no volvimos hasta la mañana siguiente» 

Aureliano Bacelo Iglesias, el actual jefe de bomberos del parque de Ferrol, estaba al frente de uno de los dos turnos activos aquella noche del 23 de enero del 2009. Rememora que, pese a la alerta roja, el día fue muy tranquilo, hasta las ocho de la tarde, ahí el Klaus mostró toda su fiereza: «A las ocho salimos a una incidencia a la avenida do Mar, y ya no volvimos al parque hasta la mañana siguiente», señala Bacelo, que no recuerda una noche tan complicada como aquella: «Árboles caídos, muros, chimeneas, cubiertas por los aires....».

Un reguero de incidencias que mantuvo a más de una veintena de profesionales al pie del cañón, viviendo más de un momento de peligro: «Unos compañeros estaban en el vial de San Xurxo a Doniños, y se les empezaron a caer árboles, cuando pararon tenían cinco delante, y cinco detrás, no les cayó uno encima de milagro». También rememora Bacelo un enorme árbol que cayó encima del restaurante Sexto Pino. Han pasado catorce años desde entonces, y el jefe de Bomberos cree que muchas de las incidencias volverían a ocurrir de la misma manera: «La red viaria se ha mejorado y los tendidos, pero la fuerza del viento de aquella noche era impresionante». Una fuerza que ha pasado a la historia.

Alcalde de Monfero: «Son catástrofes que pasan, poco a poco se recuperó la normalidad»

Andrés Feal, actual alcalde socialista de Monfero, ya era regidor del municipio cuando el ciclón Klaus pasó por la comarca dejando un reguero de incidencias. Rememora aquellos días posteriores, en los que los vecinos estuvieron sin luz: «Me acuerdo de la desesperación de la gente, pero son cosas que pasan, catástrofes que ocurren, pero poco a poco se recuperó la normalidad».

Aunque han pasado catorce años desde entonces, el alcalde no ha vuelto a vivir un temporal como aquel: «Estamos acostumbrados a las lluvias y al viento, pero aquello fue excepcional».

Los vientos huracanados del Klaus afectaron especialmente a Monfero, donde la dispersión poblacional jugó en contra de un municipio de apenas dos mil habitantes. Llegaron a quedarse sin suministro eléctrico la casa consistorial, el centro de salud y la farmacia, así como cientos de vecinos que durante días vivieron a oscuras.