¿Quiénes son los Carpente Rico, la familia de Neda que convierte su casa dos veces al año en un parque temático?
FERROL
En 2011, recién casados, Mónica y Diego quisieron decorar su nueva vivienda en O Puntal para celebrar las fiestas navideñas. Entonces instauraron una tradición que no cesó de crecer y que les ha hecho famosos por su casa del terror
09 feb 2024 . Actualizado a las 16:03 h.En el año 2011, recién casados, Mónica Rico y Diego Carpente quisieron decorar su nueva casa en O Puntal, en Neda, para celebrar las Navidades. Entonces instauraron una tradición que no ha cesado de crecer. Al poco llegó la comparsa de carnaval, luego el Samaín —o Halloween—, aumentaron poco a poco los motivos navideños y por último, ampliaron la familia con su hija Omaira, de siete años, que muy pronto se unió a la fiesta. La clave, dice Diego Carpente, trabajador autónomo, está en perder la vergüenza: «Levamos moitos anos nunha comparsa e sempre que alguén ten que ser protagonista, fágoo eu. Teño ido parindo pola rúa, montamos unha procesión da Santa Compaña e vou coa motoserra co traxe de Freddy Krueger, aínda que el non levaba ferramenta algunha».
La impresionante decoración que hace la familia, y que cada año supera al anterior, ya es conocida en toda la comarca y fuera de ella, hasta el punto de que en el último Samaín llegaron a formarse casi colas de personas esperando a ver la casa del terror de los Carpente Rico. «Este Samaín veu xente dende Asturias expresamente para vernos», cuenta con asombro Diego Carpente. Ahora que están con los preparativos para convertir su finca de O Puntal en un escenario navideño, echa la vista atrás y se da cuenta de los muchos años que lleva siendo un actor sin saberlo.
El sábado previo a Difuntos, el día que su familia suele disfrazarse para actuar en los lindes de su casa, no cabían más personas en la calle a las seis de la tarde: «Viñan dende Ferrol, dende Coruña... Estaban esperando para vernos actuar e aquilo era un mar de móbiles gravando». Se sintió como una estrella de Hollywood, explica, porque más o menos tienen agendado que ese día entre las 19.00 horas y las 21.00 horas salen de casa a dar sustos a los visitantes, pero siguió llegando gente toda la noche para ver la casa del terror más famosa de la provincia. «Non quería defraudalos porque viñan doutros lados, entón saín coa motoserra disfrazado outra vez de Freddy Krueger», cuenta. No cobra por el terrorífico espectáculo que elabora dos veces al año en su hogar, pero calcula que se le van varios cientos de euros cada Halloween y otros tantos en Navidades. Señala que este octubre el gasto llegó a los trescientos euros.
Pasado el puente de Todos los Santos, apenas tienen tiempo para descansar: es hora de ponerse con los preparativos de Navidad. Pero no se quejan, aunque reconoce que es trabajoso y tiene que organizar todo en el tiempo que tiene libre: «Fainos moitísima ilusión, pero moitísima. Nadal é incrible e o mellor son as caras da xente». Algunos vecinos y amigos se fueron sumando a la decoración navideña conforme pasaron los años, pero no a las casas del terror.
A la pregunta de si no pensaron en apretarse el cinturón este invierno por la subida de los precios, Carpente contesta con rotundidad: «Non me preocupa, as ledes non consomen tanto; non somos un concello». De hecho, planean aumentar las luces y los motivos ornamentales que lucirán en su casa a partir del próximo 8 de diciembre, fecha en que suelen hacer el «encendido oficial». Eso sí, en esta ocasión pusieron una boina para que la gente dejara donativos, y la respuesta fue más que generosa por parte de los visitantes.
