Juan Luis Ramil, veterinario: «Hemos constatado un crecimiento exagerado desde el covid, hacen falta trabajadores»

Gala Dacosta Diehl
GALA DACOSTA FERROL / LA VOZ

FERROL

Ramil asegura que muchos compañeros buscan personal para sus clínicas y no lo encuentran
Ramil asegura que muchos compañeros buscan personal para sus clínicas y no lo encuentran Cedida

El propietairo del Centro Veterinario Área Central, de Santiago, asegura que hoy es un negocio rentable

14 nov 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

L a gente dejó de gastar en otras cosas e invirtió en sus animales de compañía. Esa es la opinión del profesional sobre la fiebre por las mascotas que está experimentando la provincia. Abrir una clínica para animales de compañía en la actualidad es, sin lugar a duda, un negocio rentable. Y su rentabilidad parece que irá a más, teniendo en cuenta el aumento de los propietarios de mascotas. El Centro Veterinario Área Central, en Santiago de Compostela, es uno de los más longevos de la ciudad con sus más de 25 años de experiencia. Su propietario, Juan Luis Ramil, atiende a pequeños animales, es decir, a animales de compañía como perros, gatos o roedores.

La primera clínica veterinaria de Santiago —privada, como todas las que hay hoy— abrió unos cuarenta años atrás. Era un consultorio que tan solo funcionaba a media jornada, y ni siquiera todos los días de la semana.

Abrió la clínica en 1993, aunque trabaja desde hace más de treinta años, y en ese tiempo ha presenciado cambios importantes en las conductas de las personas con respecto a los animales de compañía: «Hemos notado un crecimiento muy exagerado desde el año del covid. Igual que en el 2008 se notó un bajón por la crisis económica, con el tema del covid hemos notado un crecimiento que puede rondar el 30 % o más», indica Ramil.

Cuando se especializó en Veterinaria, todavía no existía la facultad en Galicia. Hubo que esperar al año 1983 para que la comunidad contase con una licenciatura de este ámbito, y desde entonces la especialización fue desmenuzándose y concretándose más. Se requieren personas formadas en veterinaria en ámbitos como Administraciones públicas, granjas, entornos de competición, protectoras y en los últimos años ha aumentado de forma imparable la demanda de personal cualificado para clínicas privadas.

A finales del siglo pasado, la de Juan Luis Ramil era una carrera «rara» que la gente no valoraba como ahora: «Antes éramos pocos los que nos metíamos a estudiar. Ahora hay muy pocas plazas en las facultades de veterinaria y la mayoría escoge la especialidad de animales de compañía, pero cada vez el cliente exige mucho más y es necesario hacer algún máster o posgrado. Conozco a un montón de compañeros y clínicas que están buscando personal y no lo encuentran». No lo dice solo él, sino la Asociación Empresarial de Clínicas Veterinarias. Y es que el trabajo ha aumentado tanto que las clínicas no encuentran suficientes estudiantes preparados en animales de compañía. «La verdad es que hemos cambiado mucho y a mejor con respecto a hace años», concluye Ramil.