Beatriz Elena Galvís: «Dejé Colombia por Ferrol para ayudar a la gente sin sentir miedo por ello»

Bea Abelairas
Bea Abelairas FERROL / LA VOZ

FERROL

JOSE PARDO

A los pocos días de llegar, hace un mes, comenzó el voluntariado social

14 nov 2022 . Actualizado a las 17:30 h.

Hace exactamente un mes Beatriz Elena Galvís aterrizaba en España procedente de Colombia. Un cambio de vida radical para una psicóloga que dejó atrás Medellín por Ferrol: «Tenía trabajo, pero es cierto que con mucho estrés, así que me atreví con un cambio de vida, básicamente dejé Colombia por Ferrol para ayudar a la gente sin sentir miedo por ello, porque en mi país el activismo social a veces no se entiende y puede acarrear represalias», cuenta poco antes de acudir al ropero solidario que la entidad Movilidad Humana organiza estos días en Canido.

A los pocos días de llegar Elena entró en la Casa Solidaria para informarse sobre cómo solicitar un visado de estudiante y salió siendo una voluntaria más: ya colabora en el servicio de cuidadoras para familias sin recursos, el citado ropero y jornadas de autocuidados como la que se organiza hoy. Todo sin descuidar a sus pacientes de Colombia, a los que sigue tratando a través de Internet. Sueña con tener su consulta o un trabajo como psicóloga en la ciudad, pero por ahora solo puede mostrar cómo entiende la terapia en su cuenta de Instagram (@psiqueamor_logiadevida), que remite a su página web.

Beatriz Elena es todo alegría, pero no puede evitar los momentos de nostalgia: «Claro que echo de menos a mi familia, mis animalitos, mi novio y todo lo que he dejado en mi país —confiesa—. Pero ya sé lo que es este tipo de duelo, porque cuando me fui a estudiar a Medellín tuve que dejar mi pueblo, Aguadas en Caldas». Todo resiliencia, excepto con el clima: «Lo que más me cuesta es el frío y me dicen que aún no ha empezado fuerte, pero yo me muero de frío», confiesa entre risas.

En los 30 días que lleva en Ferrol ha demostrado la capacidad que tiene como cuidadora: de su propia familia, ya que cuando llegó se encontró con las consecuencias de un accidente que trastocó el orden de la casa de su tía, con la que se queda. Y también de casi todas las personas con las que se encuentra: amigas de hace semanas a las que impulsa con sus frases suaves y motivadoras. «Me gusta ayudar y yo aprendo mucho de los demás, en especial de los niños, incluso cuando están en las edades más complicadas, en mi país di clases en un instituto técnico, ojalá aquí tenga una oportunidad antes de que se acabe mi permiso de residencia», desea una terapeuta que agradece cualquier oportunidad para dar a conocer su plan contra la ansiedad.