El mundo de la cultura pierde a Andrés Picallo, histórico impulsor del Día das Letras Galegas

FERROL

Ramón Loureiro

Director teatral, desarrolló una intensa labor al frente del grupo de teatro de Agarimo, además de fomentar la recuperación del folklore gallego

14 ago 2022 . Actualizado a las 23:40 h.

El mundo del teatro, de la música y de la danza tradicional ha perdido a Andrés Picallo. A una figura fundamental, e irrepetible, en el ámbito la defensa y la recuperación de la cultura popular de Galicia, así como un entusiasta impulsor del la celebración del Día das Letras Galegas. Gran amigo y colaborador de Xosé María Pérez Parallé, él fue uno de los dirigentes del mundo cultural de Ferrolterra que hicieron posible, junto al Poeta do Penedo, que el Círculo Mercantil de Fene acogiese, en 1963, aquella histórica y multitudinaria celebración del Día das Letras, ese año en memoria de Rosalía, que encontró eco en Galicia entera.

Director teatral y actor aficionado, fundó y dirigió el grupo teatral de la Sociedade Cultural Agarimo de Sillobre, entidad desde la que también fomentó, durante décadas, la recuperación de la música y la danza tradicional de Galicia. Y formó parte, además, durante una larga etapa, del ferrolano Real Coro Toxos e Froles, decano de los coros tradicionales gallegos.

Era un hombre de fuertes convicciones, que siempre permaneció fiel a su visión del mundo. Nació en Sillobre en el año 1931, y en Sillobre vivió hasta el fin de sus días. Trabajador de Astano, era una persona de firme carácter. Y, al mismo tiempo, dueño un inteligente sentido del humor que le brotaba, a menudo en forma de ironía, desde el fondo del alma. Un alma, la suya, en la que anidaba una verdadera sabiduría: la de quien desde su juventud vivió para ayudar a los demás y siempre colaboró, desinteresadamente, con cualquier iniciativa cultural que precisase su apoyo.

"Recitar a Rosalía na primeira gran celebración das Letras Galegas foi moi fermoso", decía Picallo. Y también decía que "cando a xente está unida, e por moitas dificultades que haxa", os proxectos saen adiante.

Ahora suenan, en su memoria, las campanas de la iglesia de Santa Mariña de Sillobre. Una iglesia en la que la imagen de la Patrona -la de Santa Mariña- siempre estuvo a su cuidado. El recuerdo de Picallo seguirá vivo en cuanto él hizo. Su legado perdurará.