Esas maravillosas aves que están tan cerca

Ramón Loureiro Calvo
ramón loureiro FERROL / LA VOZ

FERROL

Ramón Loureiro

Especies como la paloma torcaz y el ánade real «colonizan» nuevos hábitats

01 ago 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Es cierto: vivimos tiempos en los que las buenas noticias sobre el medio ambiente escasean. Pero, incluso siendo verdad eso —como subrayan quienes dedican su tiempo a estudiar y proteger la naturaleza—, los días nos regalan a veces pequeños milagros que es importante saber valorar en su justa medida. Como que cada vez sean más los espacios urbanos, o cuando menos los espacios con importante presencia humana, en los que se ven aves que, hasta hace bien poco tiempo, solían preferir alejarse de las zonas habitadas.

De manera que, por ejemplo, uno puede abrir la ventana, en medio de la noche, y escuchar el mágico canto del autillo, del mouchiño de orellas; y después, por la mañana, desde esa misma ventana, ver palomas torcaces buscando alimento entre la hierba. Y eso, mientras un poco más allá una hembra de ánade real nada con sus polluelos en las aguas del río Cádavo, al sur de la ría de Ferrol, donde una garza vigila el paso de las aguas con la marmórea majestuosidad de una estatua griega. No demasiado lejos, en la ribera de Neda, una oca se convierte en símbolo viviente del Camino de Santiago. Y un poco más al norte, en Valdoviño, un cisne, digno de un cuento de Óscar Wilde, nada con el aplomo de un príncipe, quizás para celebrar —en la estela de Wilde también— que, poco a poco, también las golondrinas vuelven.

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Transformación

«O pombo —explica, desde la Sociedade Galega de Historia Natural, el biólogo Rodríguez Silvar— benefíciase do descenso da caza menor e, entre outras cousas, da aparición de novas zonas de refuxio, grazas ás árbores. E rapaces coma o falcón peregrino, ou incluso o azor —anota—, poden atopar, en grandes estruturas de zonas habitadas, coma as dalgún gran estaleiro, lugares nos que poden aniñar sen perigo». Los cambios de hábitos de las aves, anota el biólogo, «obedecen, en cada caso, a unha circunstancia distinta». Pero todas ellas se han beneficiado, dice, del hecho de que hoy no se sientan atacadas en los espacios habitados por el ser humano, a los que acuden a buscar alimento.

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Álvaro Barros: «Nas cidades da Coruña, Santiago e Ferrol xa crían os falcóns

El ornitólogo Álvaro Barros afirma que «nas cidades da Coruña, Santiago e Ferrol xa crían os falcóns», y que «de feito crían desde hai tempo». Una circunstancia, dice, que obedece, entre otros factores, al hecho de que, afortunadamente, estos animales «xa non se cazan», y al mismo tiempo a la facilidad con la que hoy pueden alimentarse en los espacios urbanos, gracias a la abundancia de especies como la paloma común. En otro orden de cosas, y frente a lo que sostiene el tópico, advierte, sin embargo, de que hoy no hay, en estos mismos lugares, más gaviotas de las que hubo antaño: «Non —dice Álvaro—, non hai hoxe máis gueivotas que antes nin en Ferrol, nin na Coruña nin, por suposto, en Santiago».

«Todas esas áreas urbanas foron moi colonizadas polas gueivotas —comenta el ornitólogo— nos anos oitenta e noventa, pero hoxe as súas colonias xa son moitos máis pequenas do que eran».

Urracas y tórtolas

Apunta también Álvaro Barros que mientras los gorriones han atravesado momentos muy difíciles, en gran parte motivados por el abandono de los campos de labor en los que encontraban su sustento —en las ciudades su número también es muy inferior al de antaño—, otras especies, como las urracas, han sabido adaptarse a las áreas urbanas y a la proximidad del ser humano con verdadera maestría. Cosa que no ha sucedido, sin embargo, con las tórtolas, que siguen fieles a los espacios rurales, a pesar de que allí no encuentran alimento con tanta facilidad como en el pasado.

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Medos Romero: «Teriamos que protexer máis o hábitat natural»

«Os paxaros sempre están na caixa sonora da miña memoria, son a música dos meus recordos», dice la poeta Medos Romero, una de las grandes voces de la lírica atlántica («...paxaro delicado / que apula / nas maus...», cantan sus versos) y escritora que siempre se ha significado por la defensa del medio ambiente. «Alégrame ver tantas aves onde antes non se vían así, ao pé das casas», comenta la escritora, que nació en Somede, en As Pontes. «Pero teriamos que protexer moito máis —añade— o hábitat natural. Porque cando vexo que un cisne, unha garza ou un pombo xa non lle teñen medo á xente, penso que tiveron que marchar do seu espazo natural».

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José Seco: «Cando os paxaros se nos achegan é porque nos veñen pedir axuda»

Histórico del montañismo y de la defensa de los ecosistemas gallegos, el fenés José Seco subraya que «é importante non perder a perspectiva». Y afirma que «cando os paxaros se nos achegan é porque nos veñen pedir axuda».

«É moi bonito que nas cidades hoxe se poidan ver especies de aves que antes non se poderían atopar xamais nun entorno urbano —comenta Seco—. pero o que a min me preocupa é que os paxaros que hoxe están cerca das persoas son vítimas, cando menos en parte, dun problema que non damos solucionado: a destrución do medio natural galego».

«As anduriñas van volvendo, pouco a pouco, porque xa non se destrúen os seus niños —dice Seco—. E hoxe —añade— é posible ver garzas, ou cisnes, a moi poucos metros da xente que os contempla. É fermoso, claro que si. Sobre todo para os nenos, que teñen esas aves cerca, e ven como son. Pero se os pombos atopasen alimento no seu hábitat non estarían indo buscar comida aos parques das cidades».

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