Estaca de Bares, casi 70 años de turismo ornitológico

ANA F. CUBA ESTACA DE BARES / LA VOZ

FERROL

Un grupo de ornitólogos sigue el paso de aves marinas desde las inmediaciones del observatorio de Estaca de Bares
Un grupo de ornitólogos sigue el paso de aves marinas desde las inmediaciones del observatorio de Estaca de Bares CEDIDA

Una encuesta revela el impacto económico del sector en la zona más al norte de la Península, el mejor punto de observación de migraciones de aves marinas de Europa

19 sep 2022 . Actualizado a las 16:40 h.

Cerca de 1,5 millones de aves marinas transitan por Estaca de Bares (Mañón) cada año. Es la media en horas de luz y pertenecen a decenas de especies, «algunas muy amenazadas y otras en un muy alto porcentaje de su población global», como explica Antonio Sandoval (A Coruña, 1967), ornitólogo, escritor y comunicador ambiental. Era un adolescente cuando pisó por primera vez este lugar, considerado el mejor punto de observación de migraciones de aves oceánicas de Europa. Antes que él lo hicieron varios ornitólogos europeos. De hecho, la primera observación data de 1954.

El autor del libro Las aves marinas de Estaca de Bares. Un diario personal ha querido averiguar «quiénes son las personas que vienen a observar aves, desde dónde, cómo han sabido de este lugar [declarado Zona de Especial Protección para las Aves en 2014] o cuánto se gastan aquí». Con ese fin se decidió a elaborar un sondeo en la temporada central de observación, entre el 20 de agosto y el 20 de octubre de 2021. Realizó 79 encuestas, individuales y grupales, que le permitieron obtener datos de 155 personas. Entre el 1 de agosto y el 31 de octubre del año pasado acudieron al observatorio ornitológico 668 personas (casi un tercio lo hicieron durante los últimos diez días de agosto, franja con la media diaria más alta, casi 20, y el 29 fue la jornada de mayor afluencia, con 50). El 45,6 % de los grupos contaba con dos integrantes y el 27,8 % acudió en solitario. Por edades, casi la mitad están en la horquilla de 45 a 65 años, y otro cuarto, en la de 25 a 45. El 77,3 % eran españoles, entre los que destacan madrileños (21,9 %), catalanes (18,4 %), andaluces (14 %) y vascos (10,5 %).

El otro 22,7 % de los ornitólogos procedía, por este orden, de Países Bajos, Alemania, Francia, Reino Unido, Finlandia e Irlanda. La mayoría aprovechó el viaje para conocer otros destinos, como Ortigueira (19 %), la comarca de Ortegal (11,4 %), Viveiro (2,5 %) o Valdoviño (1,3), el resto de Galicia o el norte de España. Sorprende que el 21,5 % también visitó Muxía, lo que responde a las salidas en el barco Eureka, combinadas con la observación de aves en tierra, «algo que llena hoteles», como apunta Sandoval.

En cuanto al tiempo de permanencia en Estaca de Bares, una cuarta parte se quedó durante cuatro días, el 20,3 % optó por tres y el 19,6 % por dos, y algo más del 10 % alargó la estancia hasta una semana. El Porto y la Vila de Bares fueron los lugares elegidos por el 43,5 % para pernoctar; el 17,7 % se decantó por O Barqueiro, el 21,8 % por O Vicedo, y los demás se repartieron entre Viveiro, Ortigueira, Espasante y Cariño. Los encuestados suman un total de 540 pernoctaciones, de las cuales el 40,9 % corresponde a hostales, el 26,8 % a hoteles, el 14,1 % a apartamentos y el 6 % a casas de alquiler. El otro 12,1 % viajaba en caravana.

Casi el 70 % de las personas que participaron en este sondeo reconocía que las aves eran la principal causa de su expedición. Citaba, además, la naturaleza, el paisaje y la gastronomía entre sus motivaciones. El autor de este estudio también se propuso conocer las fuentes de información utilizadas por los visitantes. Un altísimo porcentaje se guía por los ornitólogos locales, páginas como eBird, internet (la web Seawatching Estaca es referencia) y las redes sociales, las mismas vías por las que asegura haber descubierto Estaca de Bares, sin olvidar amigos y libros.

Sandoval indagó en el grado de satisfacción de los grupos, que se aproxima al 10 al analizar su experiencia con las aves, ronda el 9 en cuanto a naturaleza, paisaje y gastronomía, rebasa el 8 en clima y roza el 7,5 en alojamiento. El 41,4 % de las 131 personas que desvelaron su gasto diario lo cifró en 50 euros y un 20 % lo situó en 100 (un 3,6 % dijo 250), de lo que se concluye un promedio de 302 euros por persona durante su estancia, lo que equivaldría a casi 40.000 euros (sin contar a quienes eludieron esta pregunta).

El 58 % de los encuestados ya había estado en Bares. Si solo se computa a los extranjeros, repetía experiencia el 40 %. Estos resultados demuestran la fidelidad que suscita la zona, gracias, en buena medida, a la labor de Sandoval, que cita a sus compañeros Toñito Martínez, Alfonso Banderas, Ricardo Hevia o Pablo Lado.