Lavado de cara del teatro Rena para hacer frente a su progresivo deterioro

Elba de la Barrera Agulló
Elba de la Barrera FERROL / LA VOZ

FERROL

Actual aspecto de la fachada del teatro Rena.
Actual aspecto de la fachada del teatro Rena. José Pardo

La actuación de los Bomberos por el desprendimiento de cascotes evidenció la necesidad de ejecutar tareas de mantenimiento y reparación en la emblemática edificación ferrolana

19 jul 2022 . Actualizado a las 04:29 h.

La emblemática fachada del teatro Renacimiento —popularmente conocido como Rena— recuperaba a comienzos de este mes parte de su lustre, reavivando el debate ciudadano sobre los potenciales usos a los que se podría destinar el antiguo cine en caso de ser rehabilitado. Un nuevo capítulo en la historia del devenir del inmueble marcada, entre otras cuestiones, por el carácter protegido de la delantera de la edificación y su precio de venta.

El teatro, obra del arquitecto coruñés Eduardo Rodríguez-Losada Rebellón e inaugurado en 1919, requirió el pasado octubre de la intervención de urgencia de los Bomberos de Ferrol. Según exponen desde el parque ferrolano, acudieron a instancia de un aviso por el desprendimiento de cascotes en dos de los «aleros» de la parte superior del frontal. Tras realizar las comprobaciones pertinentes para determinar el grado de estabilidad de la infraestructura y siguiendo el procedimiento, se remitió un informe al departamento de Urbanismo.

Lista Roja de Patrimonio

Este febrero, la asociación Hispania Nostra daba un nuevo aviso sobre el deterioro de lo que queda del teatro al incluirlo en la Lista Roja de Patrimonio, una relación que tiene por objeto «hacer visibles los bienes en riesgo de desaparición, destrucción». Tan solo un mes después, la Comisión Informativa de Urbanismo concedía a la propiedad, representada en la figura de Muiño Hermanos y Arias S.L., la licencia para «reparación, conservación e mantemento da fachada do antigo teatro Rena», tal y como se desprende del acta de la sesión.

En junio arrancaban los citados trabajos, siguiendo el protocolo establecido tras el desprendimiento de cascotes, con objeto de garantizar la seguridad y asegurar la estabilidad del inmueble.

Tras la retirada del andamiaje, la edificación ha recuperado su característico color, diciendo adiós a los grafitos que habían pasado a formar parte de la estampa urbana habitual. Pero, ¿qué supone realmente esta actuación para el futuro del Rena? Pese a que han sido muchos los rumores de una posible recuperación, las últimas informaciones oficiales ponen de manifiesto la complejidad que entraña un acuerdo de venta sobre la propiedad.

El gobierno local señalaba el pasado marzo a este periódico que la «cesión gratuita del solar sería muy bien acogida», mientras que los propietarios confirmaban que estarían dispuestos a venderlo al Ayuntamiento por un montante de 600.000 euros. Una rebaja considerable en relación al millón y medio de euros que se solicitó en 2009, durante el mandato de Vicente Irisarri. Hasta la fecha no se han producido nuevos contactos entre las dos partes implicadas en la posible compra-venta de la parcela que dispone, además de la fachada protegida, de dos solares anexos en los que, según confirmaron los propietarios, sería posible llevar a cabo una obra de nueva construcción.

Una sentencia del año 2010 del Juzgado de Ferrol garantizó entonces la supervivencia del teatro al entender que se trata de un bien protegido dentro del conjunto histórico de A Magdalena y frustrando la construcción del bloque de viviendas que proyectaba la propiedad.

En la actualidad, el precio de venta y la inversión requerida para su rehabilitación o los costes de mantenimiento a los que deben hacer frente sus actuales titulares han pasado a convertirse en las principales claves para dirimir el futuro de este edificio singular en estado letargo. Un laberinto económico y legal que lleva décadas enquistado.