«Para diseñar coreografías hay que estudiar mucho y creer en la idea»

André Couce / A. U. FERROL / LA VOZ

FERROL

MARTA BALADO

Sabela Adalid habla del logro de la academia de baile que dirige, que representará a España en un campeonato internacional en Luxemburgo y Bélgica

17 jul 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Sabela Adalid es directora y profesora en el Estudio de Danza Allegro, estudio que ganó una plaza para la fase internacional de un prestigioso concurso que se disputará en Bélgica (23 de octubre) y Luxemburgo (5 de noviembre). Lo consiguieron tras su buen hacer en el nacional de Tarragona, donde tres premios por unanimidad y tres premios con felicitación les permitieron competir en Europa. Para Adalid los logros no son algo nuevo, dado que ella misma fue una destacada bailarina que llegó a ganar el concurso televisivo Fama Revolution en 2010. Se lanzó a esa aventura mientras se formaba en el Conservatorio Profesional de Danza de Lugo, al que regresó para terminar sus estudios en 2012. En ese año fue contratada por Allegro y en 2016 tomó las riendas de la dirección del estudio.

—Su grupo irá al internacional. ¿Cómo sienta el logro?

—Sienta muy bien. Es la primera vez que nos clasificamos para el internacional, siento mucha alegría y orgullo. La verdad es que es algo maravilloso, sobre todo por mis alumnos. Ahora estamos buscando la financiación para ir a Bélgica, para reducir el precio del viaje a los padres, que al final es a quienes les repercute. A Luxemburgo no estoy segura de si iremos.

—¿Podría no haber viaje?

—No. Es decir, el de Bélgica va a salir adelante, eso seguro. Son los chicos quienes deciden junto a sus padres, que son quienes tendrán que pagarlo. Ellos quieren ir y desde Allegro estamos buscando financiación para facilitarles los costos del viaje, por lo que invitamos a todo aquel que quiera financiarnos y ayudarnos a que lo haga. Luxemburgo es más caro, por eso no sabemos si iremos.

—¿Se ven con posibilidades?

—En el internacional se supone que el formato es el mismo, que es más como un certamen que como un concurso, por lo que todos llevan premio. En el nacional nunca obtuvimos grandes resultados. Pero este era un año para el que íbamos muy preparados tras la pandemia y, al final, nos fue muy bien. Ahora vamos al internacional a participar y también a vivir la experiencia, tenemos mucha ilusión. Vamos a participar y si ganamos será un orgullo. Posibilidades hay.

—¿Qué ha celebrado más, su victoria en «Fama» o este triunfo?

—Esto, sin duda. Lo de Fama es una experiencia que no voy a olvidar, pero lo que más me llena son los logros de la escuela. Ha habido un trabajo de muchos meses, no como en Fama, que es televisión y al final ganas porque lo deciden cuatro jueces.

—¿Es más difícil bailar o enseñar a hacerlo?

—Las dos cosas tienen sus dificultades. Para bailar tienes que formarte. Yo estuve siete años en el conservatorio y el progreso está en la constancia más que en el talento. La formación del conservatorio me dio los recursos para poder ser una buena profesora. Para diseñar las coreografías hay que estudiar mucho, crear en la idea y organizarlo todo bien. Las dos cosas tienen dificultad, una de ejecutar y la otra de organizar para que se pueda ejecutar.

—¿Cuál prefiere?

—Es imposible elegir. He sido bailarina hace muchos años, yo ya tengo una edad y si no te dedicas a tu cuerpo es difícil poder serlo. En su momento te hubiera dicho bailarina, pero ahora digo sin duda profesora. Yo descubrí una vocación, sentía que había nacido para esto, pero es lo mismo que me pasó cuando empecé baile. Son etapas.

—Al ver a sus alumnos ¿le entran ganas de estar en su lugar?

—Siempre hay un poco de melancolía, pero no. Me gusta verlos, sobre todo a final de curso, porque llevan más tiempo que cuando vamos a una competición o un certamen, y es lo más importante. Cuando los veo disfrutar con lo que yo tenía en la cabeza me emociona. También paso más nervios con las coreografías que les mando que las que yo ejecutaba, sobre todo si no les salen.