Las F-110 incorporarán materiales y procesos desarrollados por Navantia y Aimen

Beatriz García Couce
beatriz couce FERROL / LA VOZ

FERROL

JOSE PARDO

La unidad mixta de investigación llegó a su fin tras cuatro años de trabajos

12 jul 2022 . Actualizado a las 04:50 h.

Las fragatas F-110, que han comenzado a fabricarse en el astillero ferrolano, incorporarán nuevos materiales y serán construidas en parte con nuevos procedimientos que han sido desarrollados en la Unidad Mixta de Investigación (UMI) Nautilus, materializada entre Navantia y el Centro Tecnológico Aimen. Desde el 2018, los investigadores se han centrado en el desarrollo de seis líneas, que han dado como resultado el diseño de maquinaria y de materiales que, según reseñó el director del astillero ferrolano, Eduardo Dobarro, serán incorporados a las nuevas fragatas, y también a la futura fábrica de bloques, las instalaciones más automatizadas con las que contará la factoría.

«Navantia compite en un escenario internacional con altos estándares tecnológicos. Lo hacemos con DCN, Thyssen, BAE Systems y Fincantieri. Su valor tecnológico y su elemento diferencial es su desarrollo en innovación. Si Navantia quiere seguir siendo referente internacional necesitamos hacer los deberes y seguir innovando», reseñó.

En la presentación de los resultados que se llevó a cabo ayer en la Fundación Exponav, los responsables de la UMI tanto por parte de la empresa pública como del centro tecnológico expusieron las seis líneas en las que se centraron los trabajos. En ellas quedaron patente que la convivencia de los robots con los operarios será una constante en el Astillero 5.0. Otra de las aplicaciones desarrolladas es un láser-híbrido idóneo para soldar los nuevos aceros, que son menos pesados y permiten que los buques consuman menos combustibles, pero también presentan más dificultades de soldadura.

Por otro lado, también se ha desarrollado un material (formado por acero y composite), con el que se ha fabricado una puerta que presenta una reducción del 45 % del peso de una convencional, y además unos paneles, más ligeros, y con protección balística. La UMI Nautilus ha contado con un presupuesto de 2,4 millones de euros, de los cuales 1,35 fueron aportados por Navantia; 1,75, por Aimen, y los 726.000 restantes, por la Xunta. «Ferrol lleva mucho tiempo trabajando para sentar las bases para mejorar la competitividad del sector naval y ahora recogemos los frutos», afirmó el conselleiro de Economía, Francisco Conde.

Jesús Lago, director general de Aimen, puso en valor que las investigaciones no solo beneficiarán a Navantia, sino también a los astilleros civiles y a las empresas del sector.