La lúcida mirada de Anna Turbau ilumina en el Torrente la Galicia de la Transición

Ramón Loureiro Calvo
RAMÓN Loureiro FERROL / LA VOZ

FERROL

Ramón Loureiro

La muestra «A intimidade da imaxe», comisariada por Margarita Ledo e impulsada por el Consello da Cultura, podrá visitarse en Ferrol hasta finales de mayo

10 may 2022 . Actualizado a las 00:20 h.

El Centro Cultural Torrente Ballester acoge, hasta el día 29, A intimidade da imaxe. Una muestra, impulsada por el Consello da Cultura Galega, que reúne fotografías tomadas en Galicia por la fotógrafa catalana Anna Turbau (Barcelona, 1949) entre los años 1975 y 1979. Imágenes de un tiempo en el que la sociedad gallega estaba inmersa en un intenso proceso de transformación, y que hoy, gracias a la lúcida visión de Turbau, nos permiten viajar a través del tiempo, prescindiendo de toda clase de tópicos, para mirar más allá de la evidencia.

La muestra está comisariada por Margarita Ledo Andión, que a su condición de cineasta, de académica de número de la Real Academia Galega, de periodista y de profesora universitaria, une el hecho de ser una de las intelectuales europeas que mejor ha sabido comprender —y explicar— la verdadera esencia del fotodocumentalismo contemporáneo. Y, de manera muy especial, el alma de la fotografía humanista.

La profesora Ledo estuvo en Ferrol el pasado 29 de abril, al igual que el gerente del Consello da Cultura, Marcelino Fernández, para asistir, en el Torrente —y en un acto presidido por el alcalde, Ángel Mato— a la inauguración de la muestra.

Es difícil no conmoverse ante las imágenes de Anna Turbau, tan llenas de narratividad y, al mismo tiempo, de poesía. En sus fotografías, que reflejan desde movimientos reivindicativos hasta fiestas, además de lo más hondo de la intimidad familiar —a verdadeira cerna de todo un mundo, permítaseme decirlo de esa manera—, vuelve a la vida un tiempo que ya no existe.

Ramón Loureiro

Un archivo impagable

Anna Turbau llegó a Galicia en 1975 con la intención de fotografiar, en Poio, las viviendas construidas —con diseños de César Portela y Pascuala Campos— para albergar a familias de etnia gitana. Pero lo que en un principio iba a ser una breve estancia de trabajo se prolongó durante cuatro años, tiempo en el que fue acumulando un extraordinario archivo: unas diez mil imágenes que, como recuerdan los propios organizadores de la muestra, ha cedido al Consello da Cultura Galega.

Formada, en el ámbito del diseño gráfico, en la escuela Massana de Barcelona y en la Escola Univesitària de Disseny i Engenyeria de la misma ciudad, Anna Turbau decidió dedicar su vida a la fotografía tras haber realizado en la Ciutat Vella barcelonesa un reportaje que, a través de la cámara, le desveló la existencia de una realidad «marginal y oculta». Como fotoperiodista trabajó para diversos medios, entre ellos la revista Interviú. Pero es su labor como fotodocumentalista, su entrega a la fotografía humanista, lo que la ha convertido en un símbolo del empeño de hacer de la imagen fija una ventana abierta a lo que existe más allá de la evidencia: a lo esencial de cada hora, de cada lugar, de cada vida, de cada pueblo.

Ramón Loureiro