Antonio Martínez Pico lleva 32 años al frente de la librería Day de Narón, trampolín de escritores noveles
24 abr 2022 . Actualizado a las 16:46 h.El café con Antonio Martínez Pico se va trasladando de hora porque este librero de Narón custodia sus libros como joyas. Hasta que los tiene bien colocados no abandona la caseta en la que pasará este fin de semana de feria literaria en Ferrol. «Yo soy de Narón, pero me encanta Ferrol y me encanta pasear... Aquí me tomaría café en muchos sitios, por ejemplo en el Cafeto de Galiano», cuenta al final de una intensa jornada en la que ha dejado todo listo para una Feria del Libro que le gustaría que tuviese más casetas. «Yo entiendo que es complicado, que hay que cerrar la librería o tener a personal para que quede allí, pero es nuestra feria, deberíamos venir más», explica el responsable de Day, un espacio literario de A Gándara que empezó a andar vendiendo prensa, papelería...
«Tanto mi mujer, Isabel, como yo queríamos una librería, pero ¡cómo vas a empezar solo con libros en A Gándara! No nos atrevimos al principio, eso vino después», explica Antonio que siempre ha traído suerte a los escritores noveles. Con Francisco Narla organizó la primera presentación que le hizo poner patas arriba el local: «Recuerdo cuando lo conocí, coincidimos en una feria y apenas tenía firmas, míralo hoy cuánto vende, pero me dijo que vendría a hacer un acto a la librería y fue la primera». Después llegaron muchas más. El último superventas de la zona es Rober Cagiao y también se estrenó en un acto público como escritor en Day. «Precisamente a él le dije que viniese a ver a Narla, a otra presentación, para ver cómo se hacía y así fue», va recordando sobre autores que no solo acogió cuando no eran conocidos, sino que sigue prescribiendo a sus clientes. También ha tenido experiencias regulares con otros creadores: «Recuerdo que uno no quiso ni entrar en la librería, teníamos todo el escaparate con su libro y miró desde fuera, no vio a nadie y se quiso ir, yo le dije que entrase que igual venía alguien, pero no hubo manera, nos quedamos plantados», rememora sin rencor.
Lectoras de 96 años
En 32 años Antonio se ha ganado la fidelidad de muchos clientes. De hecho, los asiduos le llaman Toni y escuchan sus recomendaciones: «Tengo una lectora de 96 años y siempre se ha llevado libros de muchas páginas, como el último de María Dueñas, y de diferentes temáticas, hace tiempo que no viene por la librería pero me manda a su hijo que simplemente me dice: ‘Dame un libro para mi madre'». Y así van recetando él y su mujer, Isabel Prieto, títulos en función de quien entre por la puerta: «Hay gente que no se deja aconsejar, pero normalmente con los que conocemos no fallamos», presume un librero que tiene a clientes treintañeros que de niños acudían a sus cuentacuentos, muchos con otra de sus autoras fetiche, Paula Merlán, que también lleva a la feria.
El matrimonio que está al frente de Day se lleva mucho trabajo a casa, libros que sienten que tienen que leer ya no solo porque les apetezca, sino para recomendar o porque han organizado la presentación al autor. «A veces es un agobio y no me da tiempo a terminarlo, en eso reconozco que es más disciplinada mi mujer, porque ella tiene la receta para acabar con las obras que empieza: cuando no hay tiempo para leer lo mejor es apagar la tele y el móvil, es difícil, pero es la mejor manera, además, de disfrutar más de la historia y desde luego, del tiempo libre».
Yo me veo...
Soy un librero vocacional, de los que saca tiempo para organizar presentaciones, cuentacuentos... Trabajamos mucho, pero también hemos tenido muchas alegrías con escritores y lectores