Los estudiantes fueron puerta por puerta pidiendo ayuda económica a vecinos y comerciantes, que se volcaron con ellos
FERROL
La admisión en el proyecto de la Agencia Espacial Europea no solo implica mucho trabajo y conocimientos. Los alumnos eumeses tenían que lograr financiarse el coste de sus pequeñas sondas, pero tampoco esto fue un impedimento. Curiosamente le dieron la espalda a las redes sociales y se lanzaron a contar sus planes a los vecinos y los comerciantes de la villa. «Fueron puerta por puerta pidiendo ayuda, hicieron rifas y camisetas, al final consiguieron dinero de sobra y por eso ahora pueden trabajar sin miedo a que se les rompa una pieza», cuentan los profesores de unos alumnos de primero de Bachillerato que tienen de 15 a 17 años.
Todos los participantes son conscientes de que los equipos de los otros doce institutos de toda Galicia que participan pueden ser igual de buenos, pero a ilusión pocos les pueden ganar. Mencía Platas ya tiene claro que se va a dedicar a la Astrofísica y que cursará la Ingeniería Aeroespacial igual que sus compañeros Pablo Zárate y Marcos González. Todos demuestran su madera de genios y sobre todo de seguir investigando en el campo de la física, las matemáticas y la informática.