Descubren un almacén de cobre robado en un chalé deshabitado de la urbanización Ciudad Jardín
FERROL
Los vecinos alertaron de la presencia de extraños merodeando por la zona y sospechaban que podría tratarse de okupas
11 abr 2022 . Actualizado a las 05:00 h.Un policía local y un guardia civil que viven en la urbanización Ciudad Jardín, en Ferrol, descubrieron el pasado viernes una importante partida de cableado de cobre y material eléctrico en el garaje de un chalé deshabitado. Los agentes, que estaban fuera de servicio, fueron alertados por un vecino que desde hacía varios días veía a unos extraños merodeando por la zona a distintas horas. A través de un grupo de WhatsApp de los residentes en la urbanización ya se había comentando también la presencia de varias personas ajenas a Ciudad Jardín.
El policía local y el guardia civil también fueron testigos de maniobras extrañas en torno a ese chalé y sospecharon que podría tratarse de gente que pretendía saquearlo o instalarse en él como okupas. De hecho, el jueves por la tarde habían observado que una de esas personas estaba en una actitud vigilante y el viernes por la mañana alguien lo vio entrar en la vivienda tras romper una ventana de la parte trasera y dejar abierta la puerta del garaje.
La novedad se difundió de inmediato por el WhatsApp de la urbanización y el guardia civil dio aviso a la Policía Nacional, que acudió al lugar de los hechos y el intruso salió del chalé sin mayor problema.
Los propios vecinos son los que cuidan de la urbanización, reparando los daños que se cometen para tratar de que las viviendas deshabitadas no sufran más desperfectos. Con ese objetivo, el policía local y el guardia civil entraron en el chalé para revisarlo, encontrándose con la sorpresa de que el garaje estaba repleto de cables de cobre y cuadros eléctricos, que estaban preparados en lotes separados, con la supuesta intención de sacarlos del edificio esa noche con algún medio de transporte.
Más de 160 kilos de cable
En vista del hallazgo, se dio aviso a la Policía Local de Ferrol y además de los agentes acudió personal del servicio de electricidad municipal, que recogió alrededor de 160 kilos de cable que había sido robado en distintas zonas del término municipal de Ferrol.
El material en cuestión fue trasladado al almacén y el resto del cableado lo depositaron en instalaciones municipales a la espera de que lo reclamen sus legítimos propietarios.
Las vigilancias y reparaciones que acometen los propios residentes en Ciudad Jardín son las que favorecen que no se cometan más actos vandálicos y que la urbanización se mantenga en las mejores condiciones posibles, teniendo en cuenta que una gran parte de las viviendas están deshabitadas y ya fueron saqueadas hace muchos años.
Obras en curso
Los chalés de Ciudad Jardín, que en su día se promocionaron como urbanización de lujo a cinco minutos del centro de la ciudad, no nació con buen pie. La promotora quebró antes de finalizar las obras y las 67 familias que llevan 13 años residiendo allí han tenido que soportar numerosos inconvenientes.
Hubo que esperar a que el Concello de Ferrol recuperase el aval bancario de la promotora y, por fin, el pasado 22 de enero comenzaron las esperadas obras para completar la urbanización. Están cifradas en 695.207 euros y la mayor parte del dinero procede del aval y el resto lo completa el Concello.
Los trabajos, que según los vecinos marchan a buen ritmo, consisten en la conexión y mejora de las redes de abastecimiento de agua potable y saneamiento, además de intervenciones en los accesos viarios, en las zonas deportivas y en los espacios verdes.
Cuando finalicen las obras, los vecinos ya podrán solicitar las licencias de primera ocupación de sus viviendas y regularizar, por fin, su situación.
En la urbanización Ciudad Jardín hay 67 chalés habitados de un total de 108. La deuda que dejó la promotora con el Concello propició una reclamación por la vía judicial y el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia falló a favor de la administración local, declarando el embargo de 34 viviendas, pero la sentencia sigue sin ejecutarse porque la Sareb se quedó con los chalés que no se vendieron y no los saca a subasta, precisamente para evitar tener que reembolsar al ayuntamiento el importe de la deuda.