«La idea es que la gente venga a disfrutar de los senderos del parque natural», recalca. El atractivo de este espacio constituye el principal reclamo para este negocio, abierto de manera ininterrumpida hasta el mes de noviembre. En la costa, el cámping Valdoviño ha esperado hasta este lunes para levantar la verja.
En esta instalación, la más veterana de Galicia, también tienen reservas para los próximos días. Su temporada se prolongará hasta septiembre u octubre, en función del tiempo y de la demanda, como cada año. Ni los cámpings ni las casas rurales saben cómo afectará al flujo de turismo extranjero la inestabilidad generada por la invasión de Ucrania.