«En estos casos cada uno tiene que buscar su válvula de escape. La mía fue no encerrarme en casa, aferrarme a la vida y seguir haciendo las mismas cosas que hacía antes», comenta. También cuenta que siempre habló con naturalidad de la enfermedad -«para mí nunca fue un tema tabú», asegura- y no se cansa de animar a toda la población susceptible de participar en el cribado de cáncer de colon a que se haga el test de sangre oculta en heces como método de prevención. «Es una prueba muy sencilla con la que se puede detectar el tumor de forma precoz, todo el mundo debería hacérsela», insiste.
Sus tres «fabulosos» hijos, junto con sus amigas y el «maravilloso personal» que la atendió en el CHUF fueron de gran ayuda, como también lo fue la Asociación Española Contra el Cáncer, donde encontró apoyo psicológico gratuito y unas clases de yoga a las sigue acudiendo hoy en día. «Los tratamientos son duros, pero de esto se puede salir. Yo misma soy un ejemplo», dice Puri lanzando un mensaje de esperanza a los enfermos recién diagnosticados.