Hartazgo en Ultramar por los altercados de los fines de semana

FERROL

Un vecino de la zona, hablando con los policías de un coche patrulla en la calle en la que se registran los incidentes
Un vecino de la zona, hablando con los policías de un coche patrulla en la calle en la que se registran los incidentes C. L.

El Concello espera reunirse con la Policía Nacional para coordinar la vigilancia en la zona

22 feb 2022 . Actualizado a las 16:33 h.

«Llego más cansada a trabajar los lunes de lo que salgo los viernes, porque los fines de semana no puedo dormir y por la mañana da miedo andar por la calle». Así explica Josefina García el grave problema que le afecta a ella personalmente y, en general, a los vecinos del barrio de Ultramar que residen en la calle Sánchez Calviño y su entorno. «Esto es de locos y de salvajes. Los propios policías tienen miedo, y no me extraña», manifiesta Juan Paz, propietario de un establecimiento de hostelería de la zona, mientras que Sandra Amado, dueña de otro bar situado en las inmediaciones, asegura que cada fin de semana que pasa la situación va a peor. «Esto es desolador», apostilla.

Todos ellos se refieren a los problemas suscitados en el entorno de la discoteca Chic, en la que, sobre todo los viernes, se reúnen alrededor de un centenar de jóvenes, o incluso más, para hacer botellón, y que dejan la calle y las terrazas sembradas de botellas, vasos, basura, vómitos e incluso orines.

Pero el pasado fin de semana, concretamente el viernes, los incidentes habituales de reyertas en la vía pública se vieron agravados, con el resultado de dos agentes de la Policía Local de Ferrol agredidos y otra persona con una fractura en los huesos de la nariz.

Uno de los porteros de la discoteca Chic, Miguel Ángel Villafraga, corroboraba ayer para La Voz la situación que vienen denunciando los vecinos y comerciantes de la zona. «Llevo 14 años trabajando en este local y nunca pasó lo que está pasando ahora», dijo, añadiendo que entre los que se reúnen delante del establecimiento se encuentran aquellos a los que no les permiten la entrada por no tener el certificado covid, por ser menores de edad o porque ya habían causado problemas dentro.

Este empleado de la discoteca tuvo parte activa en uno de los altercados del pasado viernes. Según explicó, un cliente que estaba dentro inició una pelea con otro joven y se mostró muy violento, por lo que tuvieron que expulsarlo. «Un amigo me echó una mano y entre los dos lo sacamos bien, pero cuando ya estaba fuera le pegó un puñetazo en la nariz a mi amigo y se la rompió. Delante de La Reserva —otra discoteca situada en las inmediaciones— estaba aparcado un coche de la Policía Local, mi amigo les hizo una seña a los agentes y vinieron, pero el chico se seguía mostrando muy violento. Vino otra patrulla, pero ni entre los cuatro policías lograban reducirlo, por lo que tuve que echarles una mano e incluso le puse yo las esposas», relata el portero. Y añade que después ocurrió el otro incidente grave, en el que una joven que también estaba agresiva se negó a identificarse ante los agentes, por lo que fue trasladada a la Comisaría de Policía Nacional.

Como ya informó ayer este periódico, cuando se encontraban en las dependencias de la avenida de Vigo, la joven agredió a los dos agentes de la Policía Local que la habían trasladado. Tanto la chica como el expulsado de la discoteca, que resultó con una fractura en una brazo, habían sido puesto en libertad horas después de los incidentes, y ayer pasaron a disposición judicial.

Refuerzo policial

Desde el gobierno ferrolano se indica que el pasado viernes estaban operativas dos patrullas más la de atestados, que son las mismas que había antes de la reorganización de la Policía Local, y que cuando resulta necesario se refuerza el servicio. De hecho se está trabajando en un programa a medio plazo para ampliar la disponibilidad de efectivos para atajar problemáticas puntuales como la surgida ahora en el barrio de Ultramar.

También se está a la espera de mantener una reunión con la Policía Nacional para una mayor coordinación en materia de seguridad ciudadana, que es competencia de las fuerzas y cuerpos dependientes del Estado.

Dos sindicatos denuncian que la Policía está bajo mínimos las noches de más trabajo

Los sindicatos CSIF y CIG, con representación en el Concello de Ferrol, hicieron público ayer un comunicado en el que denuncian que la reorganización de la Policía Local implantada a principios de año, «saltándose a obrigatoria negociación coa representación sindical», supuso que la mayor parte de los efectivos estén distribuidos entre semana en turnos de mañana y tarde, en detrimento de las noches y el resto de los días. En esta línea, indican que «polas noites as fins de semana trabállase baixo mínimos, tan en mínimos que esta fin de semana xa se empezou a ver o resultado, con dous policías agredidos e servizos sen atender porque os efectivos polas noites son insuficientes».

Desde los citados sindicatos se apunta, asimismo, que en dicha reorganización no se tuvo en cuenta un informe médico del servicio de prevención alertando de que, en la situación sanitaria actual, llevar a cabo esa nueva organización podría poner en riesgo la propia prestación del servicio de la Policía Local.

Por eso, los representantes de CSIF y CIG le indican al alcalde que dicha reorganización debe ser negociada y respetar los informes del servicio de prevención «e non centrarse únicamente en incrementar os ingresos por denuncias», ya que consideran que los cambios establecidos están pensados para seguir subiendo la recaudación por este motivo. Y explican que estas cuestiones ya le fueron planteadas al alcalde de Ferrol hasta en tres ocasiones, por entender que dicha reorganización supone la modificación de las condiciones laborales del colectivo, de ahí la necesidad de negociarla con la representación sindical.