Dos pisos paraguas para familias de enfermos oncológicos de la provincia

Bea Abelairas
Bea Abelairas FERROL

FERROL

CESAR TOIMIL

Asotrame acaba de poner en marcha la segunda vivienda en Santiago

23 ene 2022 . Actualizado a las 04:14 h.

Hay tratamientos oncológicos que solo se pueden recibir en los hospitales de A Coruña o Santiago. Se trata, precisamente, de los procesos más delicados de trasplantes de médula ósea para cuando las dolencias oncohematológicas se complican. También son terapias que alargan las hospitalizaciones durante meses y que mantienen a la familia a las puertas de ucis o espacios sanitarios aislados. Y cuando estos acompañantes son de Ferrol, de cualquier población de la provincia o de Lugo, todo el proceso se hace más doloroso si cabe, ya que tienen que pasar días pernoctando en un sillón del hospital.

Por esta razón en el 2017 la Asociación Gallega de Afectados por Trasplantes Medulares (Asotrame) puso en marcha en A Coruña el programa Como en casa: vivienda de estancia temporal para pacientes y familiares. Se trata de un piso que los propietarios cedieron gratis el primer año y por el que ahora pagan un alquiler. En la vivienda, las familias pueden tener una casa a cinco minutos del hospital y coger fuerzas para seguir acompañando a los suyos. El segundo de estos pisos se abrirá en unos pocos días muy cerca del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago (Chus), ya que se están ultimando los últimos detalles. En la casa de la ciudad herculina hay espacio para una familia, mientras que la de Compostela puede alojar a dos. En ambos casos es un recurso gratuito. 

«Los fondos para alojar a los allegados de pacientes salen de la aportación que se hace en la declaración de la renta» 

Casi todas las personas que llaman a la puerta de Asotrame se consuelan gracias a la amabilidad de David Vivar Vizoso. Es el responsable del programa de alojamiento de familias y de muchos más recursos de una entidad que nació para dar apoyo a los enfermos oncohematológicos, pero que no cierra las puertas a los afectados por otros tumores. «Es cierto que los pisos están reservados a los allegados de estos enfermos por las propias características del tratamiento, que es muy largo, pero también los abrimos a otros cánceres», cuenta el encargado de recibir a las familias en la casas paraguas de Asotrame. «Aquí pueden descansar, tomarse un respiro o llorar si lo necesitan», dice sobre una ayuda que va acompañada de apoyo psicológico. El año pasado acogieron en el piso de A Coruña a casi una decena de familias; la estancia máxima es de mes y medio, pero si no hay personas en espera pueden usarlo más tiempo. «Hace poco necesitábamos el piso para una familia desplazada y había otra alojada que llevaba un tiempo, se lo comentamos y salió de ellos que este recurso lo pudiesen disfrutar otras personas también», explica uno de los responsables de Asotrame, que recuerda que el dinero para sufragar el piso de A Coruña y el de Santiago se ha conseguido a través de una fuente en la que cualquiera puede colaborar: «Los fondos para alojar a las familias de enfermos salen de la aportación que se hace a través de la casilla 0,7 de la declaración de la renta, aquí se puede comprobar para qué sirve», revela. 

Asotrame mantiene una larga lista de apoyos para los enfermos, pero también cuenta con programas de sensibilización sobre la importancia de donar médula ósea. Lo hacen a través de actividades de divulgación en diferentes espacios educativos y sociales. La pandemia les ha obligado a trabajar más, pero no han parado. De hecho, han intensificado acciones como el apoyo a pacientes recién diagnosticados que se ponen en contacto con otros que ha pasado por el mismo trance.