Ingeniero, portero del Somozas y al frente de una firma internacional de sombreros

Carla Elías Martínez
Carla Elías FERROL

FERROL

Marcos Souto ya vende sus diseños de Blade Hats a países como EE.UU., Canadá, Australia o Inglaterra

24 ene 2022 . Actualizado a las 11:17 h.

Es ingeniero naval. También el portero de la UD Somozas. Y desde hace dos años, responsable de una firma internacional de sombreros, Blade Hats. «Siempre me gustó la música rock y el heavy metal. Desde los once años iba a clases de guitarra y los veranos a festivales, donde veía a mucha gente llevar sombreros. Siempre quise comprar alguno pero no los encontraba tan chulos como los que llevaban los roqueros», explica Marcos Souto (1991, Cedeira).

De su pasión por le rock, la lectura de las biografías de sus músicos favoritos, y de artistas que le atraen, como el surrealismo de Dalí, llega su inspiración. «Me gusta hacer sombreros muy detallados, envejecidos, con efectos...», describe, y destaca que su producto «es único» y para toda la vida. No sigue una cadena de gran producción y utiliza materiales de gran calidad. «Cada molde tiene nuestras medidas y dimensiones. Un sombrero te dura toda la vida. Es como un instrumento, que por muy viejos que se pongan siempre suenan y quedan ahí. Se convierte en una pieza de decoración», describe. También se diferencia de las empresas familiares que elaboran este tipo de complementos. «Lo que me diferencia de los extranjeros que hacen esto es que para ellos viene de familia, heredado de los bisabuelos, y aquí mi padre tuvo que hacer las herramientas de cero», explica.

Manda sus creaciones a puntos de todo el mundo como Estados Unidos, Canadá, Bélgica, Australia, Portugal, Inglaterra o España. «Llevo unos 120 hechos», contabiliza. El tatuador Fredy Tomas o Víctor Andrés, de Mago de Oz, lucen ya sus diseños. «Lo que más me sorprendió fue tener encargos de tatuadores, sobre todo bastante conocidos a nivel mundial, o artistas que escuchaba de pequeño me han comprado, otros me siguen en Instagram...», destaca. ¿A quién le gustaría llegar a ver con uno de sus diseños? «Sin duda ninguna, a Slash y Axl Rose, de los Guns N’ Roses», desea Souto.

Su padre, José Souto, es una pieza vital de su proyecto. «Un día le dije que quería hacer sombreros y, claro, se sorprendió. Estudié ingeniería naval, ahora mismo juego al fútbol en Somozas y pensó, poco más, que ¡me estaba dando algo!», bromea. El elevado precio de las herramientas, que se comercializan en el extranjero, lo solventó con la pericia de su padre. «Yo no quería meter diez mil euros para probar la idea. Y sabía que si lo picaba un poco le iba a convencer. A él siempre le gustó mucho trabajar con la madera», recuerda. Y dos meses antes de decretar la cuarentena por la crisis del coronavirus, ya contaba con un set básico para empezar a practicar. «Justo empezó el covid, se suspendió la liga y ya me dedicaba día y noche. A veces se me olvidaba hasta comer. Fue la primera vez que me di cuenta que algo me llenaba de verdad», ensalza.

Detrás de estas piezas únicas hechas a mano hay semanas de trabajo. «Por ejemplo, si tuviera que hacerle un sombrero nuevo de copa a Slash, tendría que hacerle un molde personal, y podría tardar cinco o seis días. Y yo tardaría otros tantos en hacerle algo único y distinto», comenta el diseñador.

Para el futuro solo desea poder ver a sus artistas favoritos con alguno de sus diseños. «Cuando creé la firma, le decía a mi pareja que si llegase alguna vez a ir a festivales a ver artistas con mi sombrero, haría mi sueño realidad. Pero, en España, el problema con los autónomos es que o te va muy bien, o no te va», lamenta. Y promete elaborar sombreros de paja para todos sus compañeros de vestuario si el Somozas logra el ascenso a Segunda RFEF.

Por el momento, la iniciativa ya ha tenido el reconocimiento de Aje, nominándole al premio a Iniciativa Emprendedora. «Fue un orgullo, nunca me imaginé estar nominado a un premio por emprender», agradece.