Fidel Fernández, actor y fundador de Yllana Teatro: «Greenpiss sirve para reírse de malos y buenos ecologistas»

Bea Abelairas
Bea abelairas FERROL / LA VOZ

FERROL

YLLANA

La compañía de humor gestual que cumple 30 años llega a Ferrol con una sátira sobre las luchas en torno al medio ambiente

10 dic 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Yllana Teatro cumple este año tres décadas sobre los escenarios. Más de un cuarto de siglo parodiando asuntos tan serios como la pena de muerte o el cambio climático, precisamente el tema de la obra, Greenpiss, que se representa esta tarde en el teatro Jofre de Ferrol (20.30 horas). Fidel Fernández se subirá a un escenario para, por ejemplo, contar sin palabras la improbable historia de amor de Greta Thunberg. A la que el guion de este montaje pone en una tesitura complicada: enamorada de un vecino poco concienciado con el medio ambiente. Fidel, que es uno de los fundadores de la compañía tiene una máxima: «Hay que reírse de todo, sobre todo de uno mismo, y en Greenpiss sirve para hacerlo de buenos y malos ecologistas».

—¿Ha cambiado mucho Yllana en 30 años?

—Nos hemos hecho más grandes, nos auto producimos e incluso dirigimos eventos como The Opera Locos, un espectáculo cómico operístico... Pero como compañía seguimos haciendo las mismas payasadas de siempre.

—Payasadas que abordan temas muy serios...

—Soy de los que piensan que te puedes reír de cualquier cosa. Hicimos una obra titulada 666 sobre la pena de muerte, pero hay muchos ejemplos: Roberto Benigni con La vida es bella se ríe del holocausto; Charles Chaplin tiene una parodia sobre un dictador... Lo primero que hay que hacer es reírte de ti mismo, entonces ya puedes abordar cualquier tema. Ahora nosotros proponemos la ecología.

—¿Le siguen sorprendiendo que algunas bromas no funcionen y con otras pase lo contrario?

—Suele ocurrir, donde crees que hay un chiste la gente no se ríe y te sorprende, por eso nos vamos adaptando.

—Sin destriparla mucho, demos una pista de qué se aplaude más de este montaje...

—El público se va implicando con los personajes: la historia va de una empresa poderosa que toca todos los terrenos: tanto el gastronómico, como el de muebles... El propietario se dedica a destruir, le importa un bledo si se acaba él mismo. De hecho, acaba brindando con gasolina. Es alguien que quiere amasar poder. También tenemos a unos ecologistas: unos están muy implicados y otros tres mucho más despistados, porque también hay que reírse de los ecologistas que siguen fumando o comen carne...

—Y es el encargado de dar vida a la famosa Greta...

—Es un pequeño homenaje a ella. Sabemos cómo es y vemos como su nuevo vecino es todo lo contrario, pero se enamora de él.