Javier Quiles, subdirector de tecnologías del área sanitaria de Ferrol: «Nuestro trabajo no se ve, pero si falla el sistema informático no se vacuna»

Javier Quiles del Río estudió física, aunque se formó como informático sanitario, un trabajo que define como fundamental en los próximos años. Es coruñés y lleva dos años trabajando en el Área Sanitaria de Ferrol como subdirector de Sistemas y Tecnologías de la Información, pero suma dos décadas en este departamento del Sergas. Su centro de operaciones está en el recién renovado hospitalillo de marinería, justo en la entrada al Hospital Naval. Desde allí su equipo, del que declara sentirse muy orgulloso, controla una larga lista de elementos: 200 aplicaciones, cuatro robots, 1.700 ordenadores, 700 móviles, mil teléfonos con dirección IP, 700 impresoras o un buen número de tabletas.

-¿Hay muchos ataques informáticos al hospital?

-Tenemos incidentes muy acotados, son ataques puntuales. La ciberseguridad crece en todos los sectores, pero por ahora en sanidad no están llegando esas amenazas. En otros países los ha habido, pero en el área tenemos un sistema informático que no es tan vulnerable, porque donde suelen atacar estos virus es en los ordenadores y nuestra información relevante está en servidores y con mucha protección.

-¿Qué momento de la pandemia fue más estresante para los informáticos sanitarios del área?

-Como en todos los servicios del hospital hemos estado por encima de casi todas las previsiones. Un ejemplo es que hemos tenido que hacer todo el soporte para localizar a la población diana para vacunarse y antes para las PCR. Teníamos una presión importante, ya que si no salían adelante nuestras soluciones no se podía avanzar en la lucha contra el virus. Todas las citas de las campañas masivas se han lanzado desde aplicaciones informáticas y a veces no teníamos información de calidad, porque manejábamos bases de datos con teléfonos antiguos y algunos SMS no llegaban al destinatario correcto...

-¿Cuántos mensajes de texto han enviado en la pandemia?

-Las citas que generaron para vacunación fueron 300.000 y seguramente se enviaron más mensajes. Durante el período de las PCR fueron muchísimos más, pero no los podemos contabilizar.

-¿Qué fue lo más complicado?

-Los cambios permanentes de situación ¡Es que no ha habido tres semanas iguales! Cada poco tiempo había que hacer el esfuerzo de crear un nuevo circuito para una nueva situación y había que dar una nueva respuesta. Todos los cambios que se realizaban en los protocolos sanitarios al final acababan en una transformación radical y urgente en la labor diaria. Nuestro trabajo no se ve, pero si falla el sistema informático no se vacuna o no se llama a las personas para las PCR, por eso sentimos tanta presión.

-¿Qué han aprendido tras pasar días de tanto estrés?

-Que las tecnologías nos pueden ayudar en muchas situaciones que antes se intuían. A resolver cuestiones que antes se hacían de manera presencial, es el caso de las videoconferencias con todos los jefes de servicio. Aunque en algún momento es cierto que todos nos hemos saturado de tanta solución virtual, pero han sido de mucha ayuda. Otro ejemplo es el teletrabajo de profesionales sanitarios que mantuvimos operativos incluso en pleno confinamiento y hemos conseguido hacer consultas incluso fuera del centro de salud. Son hitos que si no fuera por la pandemia estaríamos cinco años para implantarlos.

-La crisis fue el empujón para los trabajadores más reticentes a los cambios en el sistema...

-Tuvimos que avanzar en un año cosas que sin esta alerta sanitaria seguramente se implantarían en muchos más tiempo, se aceleró todo y se puso a funcionar de la mejor manera posible.

-¿Qué más novedades preparan para el futuro?

-Todo el uso de las aplicaciones móviles por parte de la ciudadanía no va a volver hacia atrás, va a seguir al alza: en Sergas Móvil ya hay medio millón de descargas. Vamos a seguir por ahí ampliando todo ese campo.

-¿Cuántas de esas aplicaciones son de pacientes del área de Ferrol?

-La aplicación se puede descargar desde cualquier lugar, eso complica saber si son pacientes de la zona, pero el dato del Chave es revelador porque en los últimos meses han sido 75.000 los usuarios que se dieron de alta y esa es la puerta de acceso para usar la aplicación. Además tenemos la información de que se han realizado más de 190.000 certificados digitales y 250.000 descargas de esos certificados. La gente ha aprendido a usar la aplicación como puerta de acceso al sistema sanitario público.

-¿Qué otras funciones se podrán hacer desde la app?

-La aplicación bebe de muchas cosas que ya estaban en el portal de E-Saúde y es un portal que tiene cierta ventaja porque la pandemia nos ha permitido abrirlo a usuarios que no contaban con la tarjeta del Sergas para la vacunación, por ejemplo. Al principio permitía ver informes, después se ampliaron las funciones para descargar las pruebas y se ha completado con vacunación. Es un portal potente en el que el año que viene daremos otro paso para que los usuarios pueden meter sus datos y compartirlos con el médico cuando quieran.

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