Las obras de la avenida de Esteiro en Ferrol arrancan con la supresión temporal de 150 aparcamientos
FERROL
La renovación del pavimento se iniciará el miércoles aunque la señalización ya estaba instalada ayer y generó confusión
08 oct 2021 . Actualizado a las 20:34 h.Tan temida como ansiada, la renovación de la avenida de Esteiro ya está aquí. Las máquinas se encenderán el miércoles para borrar baches y grietas con un nuevo pavimento, pero ayer negocios y vecinos se despertaron con los arcenes invadidos por conos y señales que anunciaban la prohibición del aparcamiento a ambas márgenes. Solo los que se detenían o se paraban a leer los carteles pegados por los portales descubrían que la imposibilidad de dejar el coche entrará en vigor a las ocho de la mañana del miércoles. Y que estará vigente, en principio, menos de tres días: hasta las diez de la noche del viernes. Pero la presencia de la señalización disuadía a muchos conductores de estacionar y generaba protestas entre el vecindario y la hostelería, que no entendían por qué se impedía aparcar con cinco días de antelación al inicio de las obras. Y que supondrán la anulación temporal de las más de 150 plazas de estacionamiento en línea que jalonan el trazado de una avenida de casi un kilómetro de longitud.
Avanzada la mañana, el Concello corregía la situación y ordenaba la recolocación de las señales sobre la acera para evitar malentendidos y facilitando de nuevo el uso de las plazas en superficie, hasta primera hora del miércoles. Entonces los arcenes deberán quedar completamente despejados. De no estarlo, intervendrá la grúa de la Policía Local y los vehículos que permanezcan allí serán multados, advierte la administración local. Las obras servirán para aglomerar las dos calzadas y los arcenes de la vía. Y eso implicará, necesariamente, cortes de tráfico, aunque «se tratará de que sean lo menores posible», aseguró la concejal de Obras e Servizos, Ana Lamas. Para ello se intentará alternar el tráfico, jugando con las dos calzadas y los dos carriles existentes en cada sentido, buscando evitar atascos. Además, los trabajos que más entorpezcan el paso se programarán evitando las horas punta.
Dos semanas de trabajos
La avenida de Esteiro es una de las arterias principales de entrada a la ciudad. Soporta el paso a diario de miles de vehículos. Y sirve de acceso a importantes polos como el campus universitario, Navantia, el Cuartel de Dolores y los distintos centros educativos del barrio y de otros adyacentes. Así que empantanar este eje de comunicación el menor tiempo posible será una prioridad.
Las obras que ejecutará la empresa Misturas se adjudicaron por 159.369 euros -con cargo al POS+Adicional 2020- y un plazo de ejecución de dos meses. Pero según las previsiones municipales, este período se reducirá de forma significativa, y se estima que la reparación podría quedar finalizada en solo dos semanas. Los trabajos incluirán la reparación de la rotonda del Diapasón y las confluencias con las calles contiguas, cruces y rotondas.
José Luis Nogueira, propietario de la cafetería Kalúa
«Ya he perdido la mitad de lo que hago un día normal»
Detrás de la barra que regenta desde hace 27 años, José Luis Nogueira, propietario de la veterana cafetería Kalúa, manifestaba su contrariedad a primera hora de la mañana, cuando las señales ocupaban todavía el arcén frente a su negocio. «No se puede aparcar del día 13 al 15, sin embargo ya nos hacen perder el fin de semana. Yo hoy [por ayer] -proseguía- ya he perdido la mitad de lo que hago un día normal, porque si no tienes sitio, aparcas en otro lado a tomar el café». Y reprochaba: «Nunca se considera a la hostelería, nadie se acuerda de nosotros para nada. Si nos consultaran les diríamos que la obra está muy bien, pero que podrían empezar a poner las señales el lunes», señaló.
Nicolás Corral, vecino
«Tenían que quitar los conos hasta el día que empiecen»
Toma el café en uno de los establecimientos de la avenida, al lado del portal de su casa. Ayer asistía atónito a la presencia de las señales que impedían aparcar. «Las obras son buenas, pero tenían que quitar los conos hasta el día que empiecen o la víspera, no cinco días antes», criticaba Nicolás Corral. «Yo vivo aquí, vengo con la compra y sabe Dios dónde tengo que aparcar», exponía. Además, «es un daño para los hosteleros de la avenida, que ya van a estar restringidos por las obras, pero si aún encima no dejan que se aparque desde ahora, apaga y vámonos». Reconoce que la obra «hacía falta», porque la carretera «está hecha una porquería», pero «se podía haber hecho durante el confinamiento».
María del Mar Rodríguez, dependienta de la panadería Germán
«El problema ya no es el estacionamiento, es que no informan»
Entre el goteo de clientes que atiende en la panadería Germán, María del Mar Rodríguez, reconoce no saber «ni de qué son las obras» por las que se ha señalizado la avenida. «El problema ya no es el aparcamiento, es que no informan. No sé si los vecinos saben o no, pero los de los negocios no sabemos nada», afirma. Detalla que «aquí ya de por sí hay un problema grande de aparcamiento, para cuanto más que ahora no se pueda aparcar dos días. Tendremos que venir andando», señala. Además, pone en cuestión la urgencia de la actuación en la avenida: «¿Que viene bien arreglarla? Vale, pero hay calles mucho peores. Creo que perjudicará más el corte que cómo está la carretera ahora mismo», aduce.