El taxista juzgado por tráfico de heroína declara que no tenía trabajo y aceptó el encargo de una casa de citas

Carmela López
Carmela López FERROL / LA VOZ

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JOSE PARDO

La acusación se dirige también contra otro vecino de Narón al que responsabiliza de haber colaborado con el profesional del taxi

06 oct 2021 . Actualizado a las 12:08 h.

En la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de A Coruña quedó vista para sentencia ayer la causa que se sigue contra un taxista natural de San Sadurniño domiciliado en el término municipal de Narón, al que la Policía Nacional interceptó cuando portaba dos kilos de heroína oculta en la tapicería de los asientos de su vehículo.

La acusación se dirige también contra otro vecino de Narón al que responsabiliza de haber colaborado con el profesional del taxi en la recogida y transporte de la droga en algún lugar de la Meseta para proceder a su venta a terceras personas, pero en el juicio los dos declararon que solo se conocían de vista.

En su caso, el taxista manifestó que también trabajaba como conductor de buses escolares pero que, a causa de la pandemia, se quedó sin actividad y sin ingresos, por lo se vio en la necesidad de aceptar el encargo que le hizo un responsable de una casa de citas de la zona, al que conocía de llevar a clientes a ese lugar. Indicó, asimismo, que desconocía qué contenían los paquetes que fue a recoger y que trasladaba en su vehículo cuando lo paró la Policía en la autovía AG-64.

Ocho años de prisión

El Ministerio fiscal mantuvo la petición de ocho años de prisión para cada uno de los encausados, como responsables de un delito contra la salud pública en la modalidad de tráfico de drogas que causan grave daño a la salud, con el agravante de notoria importancia.

Por su parte, la defensa del taxista solicitó la libre absolución de su cliente o, de no ser así, una rebaja de la pena en varios grados, por entender que en su caso concurre la circunstancia atenuante de colaboración con la Policía -al parecer, él mismo le mostró a los agentes dónde llevaba los paquetes- y también por actuar en una situación de extrema necesidad, al haberse quedado sin ningún tipo de ingresos a causa de las restricciones de la pandemia del coronavirus.

La defensa del otro encausado también solicitó la libre absolución de su patrocinado, que negó en todo momento haber participado en los hechos que se estaban juzgando, señalando que solo conocía de vista al taxista, porque los dos viven en la misma zona.