Los «robos» de palomas y gaviotas desquician a hosteleros y clientes en Ferrol

FERROL

Una paloma comiendo un bizcocho en la terraza de la cafetería La Antigua, en la plaza del Callao
Una paloma comiendo un bizcocho en la terraza de la cafetería La Antigua, en la plaza del Callao CARLOTA LÁZARO

Se suben a las mesas de las terrazas y rompen copas o se llevan comida

10 jul 2021 . Actualizado a las 14:07 h.

La tranquilidad de sentarse en una terraza a tomar un café con churros o una copa acompañada de un pincho se ha visto truncada en los locales de hostelería de Ferrol. Los responsables de los negocios aseguran que antes las gaviotas y palomas se limitaban a coger los restos de comida que quedaban en las mesas, pero ahora los «roban» cuando la gente aún está sentada y causan estragos en la cristalería y la vajilla.

«A raíz de la pandemia, las gaviotas, que eran más desconfiadas que las palomas, se volvieron más descaradas y parecen aves de rapiña», manifiesta Manel Almeida, de la cafetería Platea, con terraza en Amboage, añadiendo que unas y otras se llevan las galletas del café que el cliente tiene delante. «Es una lucha continua, tenemos que estar atentos todo el tiempo y cuando una mesa queda vacía, hay que actuar deprisa. Si no retiramos todo al momento esto se convierte en una fiesta, porque se pelean por la comida y rompen las tazas y las copas», explica este hostelero y cita el caso de una madre a la que le llevaron el bocadillo de la merienda del niño.

Los más afectados son los locales con terrazas en el Cantón, la plaza del Callao, Pardo Bajo, Amboage, Esteiro y el puerto, pero también están que trinan en Ultramar y Fajardo. Daniela Calderón, de la cervecería El Cid, en la calle República Argentina, asegura que en esa zona las más activas son las palomas, pero también hay gaviotas. «Están totalmente domesticadas, se ponen al acecho y en cuanto ven comida se lanzan al ataque por las galletas o los pinchos. Cuando la gente se levanta vamos corriendo a recoger para evitar destrozos, porque se pelean entre ellas por la comida y rompen las copas», apunta.

Pero ya no solo van a las mesas, sino que incluso se atreven a coger al vuelo la comida cuando la están sirviendo, según indica un camarero del Bonilla, al que ya se le apropiaron de algún churro en la bandeja. En este mismo establecimiento relatan la cara de sorpresa de un cliente que vio volar el cruasán de su desayuno en el pico de una gaviota. Alejandro Rañal, titular de esta churrería del Callao, coincide con otros hosteleros en que hasta hace un año se limitaban a coger los restos en las mesas vacías, pero ahora se ponen al acecho sobre las sombrillas y atacan con la gente sentada. Indica, asimismo, que en varias ocasiones tienen que reponerle el desayuno a los clientes. En el establecimiento La Antigua, situado enfrente del Bonilla, también se muestran hartos de la presencia de estas aves, por las molestias que causan a los clientes y por los destrozos.

Gabriel Prego, del restaurante Casa Maruxa, situado en el Cantón, califica de «locura» la situación generada por las gaviotas y las palomas. «Se llevan la tortilla, el jamón, las patatas; todo les vale y rompen las copas. Esto es una plaga» manifiesta este hostelero, que incluso ha llegado a plantear la posibilidad de colocar fotos grandes de halcones en las ventanas del negocio, «pero me dijeron que no sería efectivo, porque a los dos días ya habrían descubierto que no eran depredadores reales». Prego cuantifica entre 20 y 25 las copas que le rompen a la semana entre gaviotas y palomas, «y no son un producto barato, porque las premium del vino cuestan unos siete euros cada una», puntualiza, apostillando que no solo es el gasto de reponerlas, sino las molestias de tener que recoger los cristales y la incomodidad de los clientes.

En la zona de Esteiro son, mayoritariamente, las palomas las que picotean los pinchos, según indican desde la Bodega de Estrella, señalando que tienen que «recoger todo en 20 segundos», y también en el establecimiento Boss, en el que, según Bruno Gabín, en un turno de tarde pueden romper entre cinco y seis copas por día.

Por su parte, desde Ábaco, en la calle Magdalena, manifiestan que también sufren las consecuencias de la presencia de las palomas, principalmente, «que se tiran a lo loco a los platos y a las mesas», aunque reconocen que la incidencia es menor que en las terrazas del Cantón y Amboage.

El Concello retiró desde principios de mayo 148 nidos de gaviota, 238 huevos y 131 aves

El cambio de costumbres de las gaviotas con un mayor acercamiento a los humanos que apuntan los hosteleros es difícil de combatir, pero desde el Concello de Ferrol se asegura que están haciendo todo lo posible para evitar el incremento de su población. La campaña de control de la nidificación de gaviota patiamarilla que realiza la empresa Locus Avis por encargo del Concello dio comienzo a principios de enero y se mantendrá hasta el 31 de agosto. Durante ese período se controla la nidificación mediante la retirada de los nidos y las puestas que estén causando perjuicios en los tejados de los edificios de los ciudadanos que lo soliciten, así como en otras localizaciones de carácter público dentro del municipio. Además, se realiza la recogida de aves caídas, heridas o enfermas, tanto en zonas públicas como en los patios interiores de edificios privados.

En lo que va del 2021 se han atendido un total de 112 reclamaciones motivadas por la presencia de gaviotas y las molestias que ocasionan a la ciudadanía. Dentro de las labores de atención telefónica y presencial de este servicio municipal se han realizado un total de 115 visitas de actuación en los domicilios de los solicitantes, que dieron como resultado la retirada de 148 nidos, 238 huevos y 131 aves. En el caso de los pollos, se llevan a un lugar donde se atienden y cuando son mayores se liberan en espacios donde no afectan, lejos de la ciudad. Este servicio gratuito se puede solicitar en el teléfono 981 944 160 de la oficina de Medio Ambiente, de 9 a 14 horas, o directamente con la empresa adjudicataria en el 981 677 809 o a través del correo a.locusavis@telefonica.net, de 9 a 19 horas.