Cruz Roja celebra su día en la ciudad en la que acumula historia y avalancha de ayudas

Bea Abelairas
B. abelairas FERROL

FERROL

Trabajadores de Cruz Roja en Ferrol
Trabajadores de Cruz Roja en Ferrol JOSE PARDO

Sus programas son un apoyo esencial desde el inicio de la pandemia

08 may 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

La agrupación de la Cruz Roja en Ferrol tiene una historia destacada, como su sede, un dispensario que ha sido testigo de miles de historias desde la época de las damas enfermeras. En sus inicios eran el apoyo de soldados ferrolanos desvalidos o heridos, pero ese espíritu ha perdurado hasta hoy, especialmente desde el inicio de la pandemia. Así, hace solo unos meses se creaba un programa, denominado Responde, que trataba de ayudar a los afectados por las diferentes crisis que ha provocado el covid. Los técnicos y voluntarios asumieron una avalancha de consultas, 6.500, y atendieron a 2.600 personas en cuestiones relacionadas con las ayudas, gestiones urgentes de socorro y hasta atención a la infancia.

Con el plan de empleo sucede lo mismo, cada vez son más los demandantes en la comarca y hace más de dos décadas que ayudan a los mayores que viven solos a no sentirse olvidados por la sociedad, entre otras muchas acciones. Todas se recordarán hoy con una iluminación roja en el Jofre y la rotonda de Freixeiro.

«Cuando me prejubilaron quise ayudar con lo que hacían y aquí seguiré todo lo que pueda»

Pilar Rico Sainz de la Maza tiene 72 años y es voluntaria en la Cruz Roja de Ferrol desde el 2009, cuando se prejubiló en Bazán. «Más bien me prejubilaron, pero yo me vine directa a la Cruz Roja, porque siempre había tenido en la cabeza esto: quise ayudar con lo que hacían y aquí seguiré todo lo que se pueda, todo lo que me quieran», cuenta poco después de una de las jornadas en las que se centra en acompañar a las personas mayores. Hay días en los que hace visitas a domicilios de ancianos que viven solos: «Al principio son reacios a que entres en sus casas, pero en cuanto cogen confianza se nota que les haces mucha falta y que necesitan que vuelvas», asegura sobre una labor que la pandemia ha complicado mucho, porque ya no permite muchas actividades presenciales, como viajes o la propia celebración de la jornada de la Cruz Roja. Sin embargo, Pilar no ha dejado de hacer llamadas para aliviar la soledad en su ciudad: «Hasta que se normalice esto hay que adaptarse a las normas, pero otros años se hacían tantas cosas para celebrar el día, ya volverán», explica una ferrolana que siempre deseó formar parte de la entidad.

«Cuando ves en la televisión quién ayuda a las personas que llegan en pateras son ellos y aquí se hace de todo, desde ayudar a buscar trabajo a los niños que necesitan apoyo con el colegio, siempre están ahí», explica una mujer que tiene claro que hay labor para más personas interesadas en ayudar. «Cruz Roja abarca muchos ámbitos y es una asociación que no tiene connotaciones religiosas ni políticas», recuerda Pilar, que desde hace doce años está vinculada a un calendario de actividades muy extenso y que cada año se amplía. «Para mí es un orgullo estar aquí, esperemos que podamos seguir haciendo cosas por los demás y seguir aprendiendo, porque hacemos muchos cursos para ello».