Segundo despliegue del año del Serviola en tareas de vigilancia del estrecho de Gibraltar y mar de Alborán

El patrullero de altura Serviola (P-71), con base en Ferrol, inició ayer la segunda campaña del año de vigilancia y seguridad marítima, que en esta ocasión lo mantendrá desplegado en aguas del golfo de Cádiz, el Estrecho de Gibraltar y el mar de Alborán. El buque permanecerá integrado en el mando operativo marítimo (MOM) hasta el próximo 14 de mayo, y también llevará a cabo el control en los peñones de soberanía española en el norte de África, dentro de las operaciones permanentes de las Fuerzas Armadas.

El veterano patrullero, construido en la antigua Bazán a comienzos de los 90, completó en febrero una misión de igual propósito, en el Cantábrico, e intervino en la operación antidroga Bocanegra, en el Atlántico, a finales de ese mes, en la que se interceptaron 3.000 kilos de cocaína a bordo del carguero Nehir.

El buque está preparado para efectuar operaciones de interdicción marítima (visita, registro y apresamiento de buques) y prestar auxilio, rescate y asistencia en la mar.

Según informó la Armada, está previsto que el Serviola recale en el puerto de Motril (Granada) para realizar presencia naval y dar a conocer su papel en las operaciones de seguridad.

La dotación está compuesta por siete oficiales, diez suboficiales y 29 marineros. Para este operativo embarca también un equipo de infantes de marina.

A contratación una reforma de la red de saneamiento en el Arsenal

La Armada acometerá una obra de adecuación de los colectores de aguas residuales en el muelle número 5 -junto a La Cortina- del Arsenal Militar. Para ello, el Ministerio de Defensa ha licitado la contratación de los trabajos en 191.570 euros (impuestos incluidos), y a cuya adjudicación pueden optar las empresas interesadas con la presentación de ofertas hasta el próximo 14 de mayo.

Según consta en la memoria del proyecto, la antigüedad de la red y su deterioro por las condiciones ambientales y su continuo contacto con el agua de mar produce filtraciones al terreno, con el consecuente riesgo de contaminación de las aguas cercanas en las zonas de atraque de los buques.

En las diversas inspecciones con cámara robotizada llevadas a cabo, se constató que son las uniones entre tramos de colectores los principales puntos en los que se pierde la estanqueidad de la red. Estas deficiencias, unidas a la considerable profundidad de la red y su extrema proximidad a la línea de costa, hacen que el sistema se inunde cuando el nivel de la marea alcanza la profundidad de los colectores.

Las obras tendrán un plazo de ejecución de 60 días, como límite máximo el 30 de diciembre.

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