Los contagios cayeron a la mitad en varios concellos en tres semanas

ANA F. CUBA FERROL / LA VOZ

FERROL

JOSE PARDO

Cabanas, As Pontes y Monfero, los únicos donde la incidencia acumulada ha crecido en este período

15 feb 2021 . Actualizado a las 16:21 h.

La incidencia acumulada del coronavirus ha caído a la mitad en varios concellos de Ferrolterra, Eume y Ortegal en tres semanas, desde unos días antes de que se alcanzara en muchos de estos ayuntamientos, el pico de la tercera ola de la pandemia. Las bajadas porcentuales más significativas se han producido en Mañón, un municipio de poco más de 1.300 habitantes que logró reducir los 51 positivos del 25 de enero hasta situarse, ayer, en el margen de uno a nueve. La disminución fue del 82 %. En Ortigueira, la mejora de las cifras también ha sido significativa, de 93 a 26 (rebasando los cien algún día); igual que en Pontedeume, de 88 a 26; o Fene, de 147 a 59. Moeche ha conseguido rebajar su cifra de casos de covid en un 48 %, de 50 a 26, después de escalar hasta los 71 el 30 de enero.

El ritmo de la desescalada está siendo más lento en Ferrol, que el 25 de enero tenía 382 infectados y el 3 de febrero estaba en 442, mientras que ayer descendía a 351. Narón, con 251 positivos hace tres semanas, se situó en 315 en 2 de enero y este fin de semana, en 182. Solo tres concellos presentan peores números que hace tres semanas. Son Cabanas, con un incremento del 115 % (de 32 a 69), debido, sobre todo, a la incorporación de los enfermos en la residencia de mayores al cómputo general; As Pontes, que ascendió de 40 a 45, aunque por el medio, los días 3 y el 4 de febrero, sobrepasó los 70; y Monfero, que tenía nueve o menos y ahora suma 11 (su máximo del período ha sido de 12).

Las restricciones a la movilidad, con todos los concellos en cierre perimetral individual, y el resto de medidas aplicadas desde hace cerca de un mes parecen haber surtido efecto. De hecho, en las últimas semanas la Policía Local ha formulado «muchas menos denuncias», como confirman en Ferrol, Narón o Fene. Temen, eso sí, que si se suavizan las limitaciones, algo que podría anunciar la Xunta esta semana, «vamos a volver a los altibajos».

«Todo depende de cómo nos portemos. En Navidad se dispararon los contagios, esperemos que ahora la gente se lo tome con un poquito más de conciencia», opina un agente municipal de Narón. «Si abren la mano, imagino que la gente pensará que hay menos peligro, y eso sería un error, aunque se puede entender la necesidad de moverse un poco», comenta otro guardia de la zona. «Estamos muy necesitados de trabajar, pero somos los primeros que queremos que la situación sanitaria mejore para poder estar un poco tranquilos», admite un hostelero. Este sector, únicamente con servicio para llevar, y el comercio, a medio gas, son de los que más han sufrido los efectos de la pandemia.