Endesa se prepara para mover otras mercancías en el puerto exterior de Ferrol

Beatriz García Couce
beatriz couce FERROL / LA VOZ

FERROL

En la imagen, de archivo, vista del complejo de Endesa en Caneliñas
En la imagen, de archivo, vista del complejo de Endesa en Caneliñas JOSE PARDO

El plan eólico de la eléctrica para Galicia generará otros tráficos para la terminal

14 feb 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

La paralización de la actividad en la central de Endesa en As Pontes tuvo un claro reflejo en la terminal descargadora de carbón del puerto exterior, a donde arribaba el material con el que se alimentaba la térmica. Las instalaciones se han quedado sin uso, pero la compañía eléctrica, en el marco del plan industrial diseñado para la zona ante el cierre de la central pontesa, no solo quiere seguir contando con este espacio, sino generar en él más actividad. Por ello, ha tramitado una modificación de la concesión portuaria, con el fin de aumentar los tráficos en estas instalaciones, que ya tiene autorizada desde el mes de julio del pasado año.

En concreto, Endesa cuenta con la luz verde para mover graneles sólidos y mercancía general, aunque la intención de la eléctrica es la de no entrar en competencia con la terminal de contenedores que funciona en la dársena exterior de Caneliñas, gestionada por Yilport, por lo que se volcará en materias que no serán transportadas en contenedores.

Las nuevas oportunidades que pretende explorar la eléctrica están ligadas al plan estratégico que maneja para la comunidad y que, entre otros, contempla la instalación de 1.500 megavatios de potencia eólica. Miguel Temboury, director territorial de Endesa para la zona noroeste, explica que la carga y descarga de componentes eólicos es una de las opciones de mercado que se prevén para la terminal. Añade también, en este sentido, que la compañía tiene que acometer repotenciaciones de parques eólicos en la comunidad que ya se han quedado obsoletos y precisan de una modernización. Esos recintos suman 350 megavatios de potencia.

Este tipo de proyectos implica con frecuencia la sustitución de los aerogeneradores antiguos, de menor capacidad, por otros de mayor tamaño, por lo que genera un notable movimiento de componentes. Así, llegan los nuevos para acometer los futuros parques, y también se puede generar un tráfico de salida de las antiguas máquinas que, con algunas actualizaciones, pueden ser exportadas a países en desarrollo.

Por otro lado, Endesa también prevé instalar en As Pontes una planta de hidrógeno verde de 100 megavatios de capacidad, cuya construcción también puede provocar actividad para esas instalaciones ubicadas en la dársena exterior.

Adicionalmente, Endesa evaluará si el transporte marítimo también tiene cabida para la producción del futuro complejo energético, que está ligado a la ejecución de seis nuevos parques eólicos en el entorno de la antigua villa minera.

Otros proyectos

En el marco del plan Futur-e, lanzado por la empresa para compensar los efectos en la comarca del cierre de la actividad de la térmica pontesa, la compañía que dirige José Bogas también se ha comprometido a la captación de proyectos industriales para su asentamiento en la zona, por lo que espera que las futuras empresas que se asienten en la comarca también puedan tener un impacto positivo para la actividad de la terminal descargadora del puerto exterior.

Trámites

La compañía eléctrica solicitó a finales del 2019 el cierre de su central de carbón de As Pontes debido a que el alza continuada de los precios de adquisición de los derechos de emisiones de CO2 y a una mayor penetración de las fuentes de generación renovables la dejó fuera del mercado. No obstante, aún no se ha cerrado con las administraciones la mesa que se abrió para evaluar la viabilidad de que la planta funcione con la utilización de biocombustibles.

Unas instalaciones que serán adecuadas para poder atender sus futuros usos

 

Endesa mantiene la concesión de la terminal descargadora del puerto exterior al menos hasta el 2035. Después de haber ampliado la autorización para mover otros tráficos, la empresa tiene claro que debe acometer algunas actuaciones en este complejo para adecuarlo a sus posibles usos futuros. «Tenemos unas instalaciones muy modernas, pero muy específicas para el carbón, por lo que tenemos que flexibilizarlas para los nuevos usos», afirma Miguel Temboury. Subraya, no obstante, que entre las fortalezas de estar ubicados en la dársena de Caneliñas es que disponen de 60.000 metros cuadrados de almacenamiento y también de calados de más de veinte metros.

Esto posibilitará la materialización de otro de los proyectos que analiza la compañía energética para esas instalaciones: albergar operaciones de transbordo de buques de mayor tamaño a otros más pequeños. «Barajamos muchas oportunidades de negocio», afirma Temboury.

Entre los cambios que hay que introducir en la terminal descargadora se encuentran intervenciones en las dos grúas pórtico de las que dispone, con capacidad para manipular 54 toneladas de peso. Están configuradas para el movimiento de mineral, y habrá que adaptarlas para manipular otro tipo de graneles y mercancías.

Evolución

La paralización de la térmica supuso también la de la actividad en Caneliñas. Si en el 2017 por la descargadora pasaron casi 4,8 millones de toneladas de carbón, solo dos años después se rebajó a 2,1. En el 2020 únicamente se movieron en la dársena exterior 7.699.