Lista de espera para acceder al programa de apoyo psicológico de la Universidad

b. antón FERROL / LA VOZ

FERROL

El psicólogo Valentín Escudero se encuentra al frente del programa Afrontemos 21
El psicólogo Valentín Escudero se encuentra al frente del programa Afrontemos 21 cedida

En solo tres meses, el servicio creado a raíz del covid ha recibido un total de 115 solicitudes de ayuda, la mayoría de ellas de alumnas de últimos cursos de carrera

10 feb 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

La pandemia está provocando mucha ansiedad, angustia y preocupación en toda la población en general. Y la comunidad universitaria no es una excepción. Así lo demuestra al menos el primer balance de actividad del programa Afrontemos 21, que la Universidade da Coruña (UDC) puso en marcha hace tres meses con el objetivo de prestar apoyo psicológico a profesores, estudiantes y personal administrativo.

Según revela ese informe, entre el 2 de noviembre del 2020 y el 2 de febrero del 2021, este nuevo programa recibió un total de 115 solicitudes de ayuda, de las cuales un 56% ya están siendo atendidas o tendrán su primera cita en este mes de febrero. «La elevada demanda ha venido a demostrar que el programa era muy necesario en esta situación de crisis y ha generado una lista de espera de unos dos meses para el 44% de los solicitantes», apunta profesor Valentín Escudero, psicólogo y experto en terapia familiar.

Junto a otros terapeutas de la Unidad de Intervención y Cuidado Familiar de la UDC, Escudero comanda el programa Afrontemos 21 en el Hospital Naval de Ferrol, donde se llevan a cabo las consultas presenciales, aunque el servicio también ofrece atención on line. De hecho, hasta el momento solo un tercio de las personas atendidas han solicitado cita presencial, mientras que la mayoría ha optado por la atención virtual, una modalidad que ahora se está priorizando para limitar lo máximo posible las visitas al hospital ferrolano.

Gota que ha colmado el vaso

Según explica Escudero, la mayoría de las personas que han llamado a la puerta de Afrontemos 21 sufren ansiedad severa como consecuencia directa de la pandemia, pero también motivada por problemas familiares o de relaciones interpersonales que ya estaban ahí, latentes, y que la crisis sanitaria ha terminado por sacar a la luz. «Esos problemas eran como un vaso que ya estaba casi lleno y la pandemia ha sido la gota que ha conseguido desbordarlo», apunta Escudero a modo de símil.

En cuanto al perfil de los solicitantes, la mayoría son estudiantes -casi un 90%-, algo que al coordinador del programa no le sorprende en absoluto. «Es normal, porque, a diferencia de los profesores y el personal administrativo, los estudiantes no disponen de recursos económicos para ir a una consulta privada, y además de esta forma reciben ayuda sin tener que decírselo a sus padres, algo que a muchos les da vergüenza», señala Escudero.

Además, por sexos, la mayor parte de las peticiones de ayuda proceden de mujeres (casi un 80%). Y entre los estudiantes que solicitan atención predominan claramente los de los últimos cursos de carrera. «Esto sí es algo que nos ha sorprendido mucho, porque pensábamos que los que se sentirían más perdidos serían los alumnos novatos, por el hecho de tener que incorporarse a la vida universitaria en plena pandemia, pero no ha sido así. Lo que hemos visto es que los que sufren más ansiedad son los estudiantes de los últimos cursos o de posgrado, porque están a punto de terminar sus estudios y miran a su futuro con preocupación», explica.

La buena noticia es que muchos ya están consiguiendo mejorar su estado de ánimo con el apoyo de Afrontemos 21. «En la mayoría de los casos, seis sesiones son suficientes para ver los resultados. Habrá que esperar a mayo para tener datos concluyentes sobre la eficacia del programa, pero de momento los estudiantes se muestran muy agradecidos y todos nos dicen que las sesiones les están ayudando mucho», señala Valentín Escudero satisfecho.