Madrid París: un clásico de 80 años que resiste a la pandemia

beatriz antón FERROL / LA VOZ

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Dolores Vidal, nieta del fundador, comanda el negocio desde el año 2002
Dolores Vidal, nieta del fundador, comanda el negocio desde el año 2002 CESAR TOIMIL

Abrió como ultramarinos, también vendió lencería y las famosas batas GOA de Amancio Ortega, y desde mediados de los 60 es un referente de la moda femenina en la ciudad

03 feb 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Nació en plena posguerra, atravesó buenos y malos tiempos, y ahí sigue. Con 80 años y plantando cara a la pandemia. «Es uno de los comercios más antiguos de Ferrol, y a pesar de la situación tan tremenda por la que estamos pasando, yo espero que resista y que cumpla muchos años más» dice con espíritu optimista Dolores Vidal, responsable de la veterana tienda de ropa femenina Madrid París.

El establecimiento abrió sus puertas hace ocho décadas en el número 11 de la carretera de Castilla, donde hoy en día sigue atendiendo a la clientela la nieta del fundador, Eliseo Rodríguez, un comerciante oriundo de Cerdido. «El negocio empezó a funcionar como ultramarinos, aunque también vendía algo de mercería y lencería, y al poco tiempo mi madre y mi tía, con 16 y 18 años, se hicieron cargo de la tienda, porque mis abuelos volvieron a Cerdido», explica Dolores.

Las hijas del fundador, Amparo y Marina Rodríguez, mantuvieron el ultramarinos, pero poco a poco fueron introduciendo productos textiles con muy buena aceptación, como los abriguitos de niña de la casa Marquina o las famosas batas GOA de Amancio Ortega, hoy convertidas en artículos de coleccionista. «Con el tiempo vieron que la venta del textil era menos latosa que el ultramarinos, así que en el año 65 decidieron renovar el bajo y reabrirlo exclusivamente como tienda de moda», rememora.

CESAR TOIMIL

Confecciones Madrid París vivió a partir de entonces muchos años gloriosos. «Recuerdo que se hacían colas en la tienda, porque la parada de los buses del Ideal Gallego estaba justo enfrente y venían clientas desde Viveiro, As Pontes, Cariño, Valdoviño, Fene...», relata Dolores.

Ella tomó las riendas en el 2002, tres años después del fallecimiento de su madre y tras un breve período en el que se hizo cargo del negocio su hermana, Elena Vidal, que también comanda una tienda de moda justo al lado de Madrid París.

Dolores cuenta que le apasiona su trabajo, aunque en estas dos últimas décadas se ha enfrentado a momentos muy duros, como los que vivió en el año 2011, en lo peor de la crisis económica. Y aunque ahora tampoco soplan vientos favorables para el pequeño comercio, ella se aferra a la receta que aprendió de su madre y su tía para intentar mantener a flote el negocio. «Lo más importante es ofrecer un buen producto, y luego, por supuesto, también hay que saber atender al cliente. Para mí lo más importante es el trato cercano y personal», comenta.

De esa pasta está hecho su arsenal para enfrentarse a la pandemia, pero también de artículos de estilo clásico -«que nunca pasan de moda»- y precios jamás vistos. «He montado un outlet con toda la ropa de la temporada otoño-invierno del 2020 y 2019 con descuentos de hasta el 60%, lo que en algunos casos supone un ahorro de 120 euros. La ganancia no es mucha, pero es mejor que tener la mercancía parada en el almacén», advierte. Con la esperanza de la que la situación mejore, Dolores hace un llamamiento para que se apoye al comercio local. «Puede que la venta on line no esté mal, pero creo que no hay nada como tocar un tejido o probarse la prenda para acertar con la compra».

EN CORTO

Firmas. La tienda está orientada a mujeres mayores y de mediana edad. En sus percheros y estanterías se pueden encontrar artículos de marcas como Confecciones Hortensia, San Francisco, Olga Santoni o Tex-Odena.

Nombre. A largo de su historia, esta tienda de moda que nació como ultramarinos y mercería ha compartido su nombre con otros establecimientos de la zona, como el cine, el quiosco, la pensión, la gasolinera, la farmacia o la autoescuela Madrid París.