Ola solidaria en la Cocina Económica de Ferrol, que gana socios y donativos

beatriz antón FERROL / LA VOZ

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En la imagen, el comedor social de la cale Rubalcava, donde en cada mesa solo pueden comer dos personas separadas por una mampara
En la imagen, el comedor social de la cale Rubalcava, donde en cada mesa solo pueden comer dos personas separadas por una mampara JOSE PARDO

La entidad ha logrado frenar la caída de benefactores que sufría desde el 2013 y en Navidad ingresó 25.000 euros más que en la campaña anterior

26 ene 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

En medio de un maremágnum de desdichas y malas noticias a cuenta del covid, todavía es posible encontrar pequeñas victorias que invitan a la esperanza. Entre ellas, la que se acaba de apuntar la Cocina Económica de Ferrol, donde, «contra todo pronóstico», el 2020 se cerró con un leve (pero muy significativo) aumento de socios y una campaña navideña con mejores cifras que la anterior. «Cuando las cosas se ponen difíciles, la población de esta comarca siempre responde y se muestra muy solidaria. Es algo que ya ocurrió durante la crisis económica del 2008 y que ahora hemos podido volver a comprobar», anota complacido el presidente de la centenaria entidad, Antonio Tostado.

Pero para explicar bien lo ocurrido hay que ponerse en situación. Desde el 2013, cada vez que llegaba fin de año y tocaba hacer balance anual de socios, en la Cocina Económica se echaban las manos a la cabeza, porque, lejos de aumentar, la cifra no dejaba de descender. A principios del pasado mes de diciembre, Tostado pronosticaba que el 2020 no sería diferente y vaticinaba que la diferencia entre las nuevas altas y las bajas arrojaría de nuevo un saldo negativo, con una pérdida de unos cincuenta socios.

Pero por suerte se equivocó. Y todo gracias a que en diciembre se registró una auténtica ola solidaria que consiguió romper todas las quinielas. Por un lado, la campaña navideña resultó ser todo un éxito y, pese a la imposibilidad de realizar actos sociales para recaudar fondos por las limitaciones de la pandemia, en diciembre los ingresos en concepto de donativos y cuotas de los socios aumentaron en casi 25.000 euros con respecto al mismo mes del año anterior. Y por otro lado, en diciembre se registraron muchas más altas que bajas -un total de 33 frente a solo 7-, cuando lo habitual es lo contrario. Ese pequeño e inesperado repunte en el último mes del año dio al traste con las previsiones y cambió el balance final. «Empezamos el 2020 con 1.414 socios y lo terminamos con 1.416: son solo dos más, pero más al fin y al cabo. Ya solo el hecho de frenar la caída es mucho», señala Tostado.

Con todo, el presidente de la Cocina Económica recalca que «no se puede bajar la guardia» y llama la atención sobre la importancia de seguir captando nuevos socios para compensar las bajas, «que son unas quince al mes, la mayoría por fallecimientos».

En estos momentos, el comedor de la entidad mantiene su aforo reducido al 50% por el covid, atendiendo a una media de entre 70 y 75 personas al mediodía (en dos turnos, para garantizar la distancia de seguridad), y a unas 30 por la noche. «Nuestra máxima preocupación es que se produzca algún contagio, porque eso obligaría a cerrar al comedor durante al menos diez días», comenta Tostado.