El coloso de la ría se engalana

Beatriz García Couce
beatriz couce FERROL

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JOSE PARDO

Tres empresas de la comarca acometerán los trabajos de pintura de la grúa pórtico de Navantia Fene en unas tareas que durarán dos meses y emplearán a 110 operarios

26 dic 2020 . Actualizado a las 23:43 h.

Es, sin duda, uno de los emblemas más llamativos del sector naval de la ría ferrolana. Bajo su estructura nacieron los superpetroleros que llamaron la atención en medio mundo, después plataformas gigantes como los Discoverer y desde hace seis años lo hacen otras estructuras, las que sirven para sujetar los aerogeneradores en el mar. Ahora, a la grúa pórtico de Navantia Fene le toca un lavado de cara, en unas tareas de envergadura, que acaban de arrancar. Hace casi 20 años de la última vez que fue sometida a unas labores similares -las anteriores arrancaron en julio del 2001- y las próximas serán también exhaustivas.

Tres empresas de la comarca -Indasa (especializada en pintura) y Galictio y Neosic (ambas en andamios)- han sido adjudicatarias del contrato, que Navantia licitó inicialmente en 1,6 millones de euros pero fue concedido por 1,4.

Los trabajos arrancaron el pasado lunes y una de las singularidades del proyecto es que tendrá que acometerse en un plazo de dos meses. La máquina es indispensable para la materialización del último contrato de eólica marina que ganaron Navantia Fene y Windar Renovables: la construcción de 62 jackets para el parque que Iberdrola instalará en aguas de la Bretaña francesa. De ahí que se hubiese marcado también ese plazo exigente.

Jorge Silveira, responsable de Indasa, explicó que se levantarán 450 toneladas de andamios para poder llevar a cabo al mismo tiempo las tareas de pintado de la superficie. En total, se actuará sobre alrededor de 3.500 metros, para lo que será necesario emplear 3.000 litros de pintura.

Acometer las tareas encomendadas en un tiempo de ocho semanas requerirá de una gran celeridad, y de la participación de alrededor de 110 trabajadores, 60 de los cuales serán andamieros y, el resto, pintores.

Sus dimensiones

La grúa tiene 75 metros de altura hasta su viga superior, aunque si se le suma esta alcanza los 90 metros. Fue construida en España en el año 1971 por la compañía Maquinista Terrestre Marítima, aunque había sido diseñada por la empresa alemana PHB.

Cuenta con una de sus patas fijas y la otra móvil, además de dos carros que pueden elevar y transportar piezas hasta la línea de mar, moviéndose por dos caminos de rodadura de medio kilómetro.

La máquina tiene capacidad para manipular más de 800 toneladas de peso y una versatilidad en el volteo de los componentes que manipula, ayudando con ello a que se lleven a cabo trabajos de soldadura en horizontal.

Como el resto de los equipamientos de los astilleros de la ría ferrolana, la grúa se somete periódicamente a revisiones y a tareas de mantenimiento. Las últimas grandes actuaciones en ese sentido se llevaron a cabo en el 2007 cuando fue objeto de una reforma integral, y se le incorporaron modernos sistemas de automatización y control.

En los últimos años, la factoría de Perlío se volcó en el negocio de la eólica marina, junto a su socio en este mercado, la compañía asturiana Windar Renovables. Debido a que los parques eólicos se instalan cada vez en aguas más profundas, el tamaño de las jackets -las que se fabricaron en el astillero superaron los 62 metros- también ha ido creciendo. Por ello, Navantia impulsó hace algunos ejercicios un proyecto para el recrecido de la grúa pórtico, con el fin de poder continuar manipulando cimentaciones debajo de esta estructura. Llegaron incluso a preverse fondos en el borrador de unos Presupuestos Generales del Estado, pero finalmente esta actuación no se llevó a cabo.

Mediados de febrero

Si no se producen imprevistos, a mediados de febrero tendrá listo su lavado de cara.

IEN por Europa reclama medidas para evitar la fuga de personal antes de las F-110 

Iniciativa Empresarial del Noroeste (IEN) por Europa reclama al Gobierno que lleve a cabo las inversiones necesarias para que no se produzca un vacío en la ocupación de los astilleros de la ría ferrolana antes del arranque de las F-110. Para Manuel Pérez, presidente de la entidad con sede en Fene, ese programa «es el pasaporte de nuestros astilleros para seguir en la élite mundial de la construcción de buques de guerra», aunque insistió en que la prioridad ahora es «evitar a toda costa que el vacío de ocupación nos haga perder las empresas y los profesionales cualificados que van a ser necesarios para afrontar el futuro».

La situación de Navantia coincide con los problemas por los que están pasando otras compañías estratégicas para la economía comarcal, como Endesa o Siemens Gamesa.

Fondos europeos

El presidente de IEN por Europa sostiene que, precisamente ahora que va a llegar el «salvavidas» de los fondos europeos para superar la pandemia, dirigidos por definición para proyectos innovadores, «es oportuno reclamar que el sector naval reciba la inversión necesaria para construir el dique cubierto y para desarrollar otras soluciones de digitalización que garanticen que nuestros astilleros mantengan su competitividad».

El portavoz empresarial recuerda que también el fin de la construcción de los dos megabuques para Australia trajo consigo una paralización total para el naval ferrolano, por lo que reclamó que se tomen medidas para evitar que pueda repetirse ahora una situación como la que se produjo entonces.