La «influencer» que luchó con su abuelo para que pusiesen wifi en la residencia de mayores

Carla Elías Martínez
Carla Elías FERROL

FERROL

César Toimil

Sara Noguerol compartió en su Instagram el vídeo en el que su abuelo pide la red para el centro público logrando la intervención de la Xunta

16 dic 2020 . Actualizado a las 19:39 h.

«Mi abuelo hace cuatro años que tiene Twitter y mi abuela, como yo hago vídeos en YouTube, todos los domingos lo pone para verme», comenta la influencer ferrolana Sara Noguerol. Sus abuelos, Augusto Tito Pena y Esther Lela Freijomil, de 91 y 87 años, no son dos mayores al uso. Las nuevas tecnologías forman parte de su día a día y se han vuelto más indispensables, si cabe, tras la crisis sanitaria del coronavirus para el ocio y el contacto con la familia.

«Tenían wifi en su casa y lo usaban para cualquier cosa. Por ejemplo, mi abuela miraba muchas recetas, mi abuelo las noticias... Utilizan Internet desde hace muchísimo tiempo. Mi abuelo es peor que un adolescente con el wasap. Controlan más que gente de la edad de mis padres. Yo creo que mi abuela se maneja mejor que mi madre», bromea Sara. Hace año y medio cambiaron de vida y se mudaron a la residencia de mayores de Caranza. «Como mi abuelo tuvo una mala experiencia con una de sus hermanas, fue muy complicado encontrarle residencia cuando se puso muy malita, ellos decidieron solicitar esa residencia porque vivieron allí toda la vida», explica su nieta.

Hasta que comenzó la cuarentena el pasado mes de marzo, la pareja realizaba una vida de lo más activa. «Salían todos los días, comían en casa de mis tíos... Mi abuelo es súper activo en reivindicaciones y lleva toda la vida con la protesta del mercado de Caranza», señala. Algo que tuvieron que frenar cuando se decretó la pandemia sanitaria. Y una vez comenzó la cuarentena aprendieron a realizar las videollamadas. «Fue mucho tiempo de aislamiento, estaban ellos solos y empezamos a hacer videollamadas», recuerda Sara. ¿Qué ocurrió? Que dos personas activas en sus móviles sin wifi agotaban su tarifa de datos. «Les ampliamos la tarifa de datos para que pudiesen hacer las videollamadas y seguir entreteniéndose viendo YouTube», pero no llegaba a cubrir todo lo necesario.

Disponer de Internet fue la primera consulta que realizaron sus abuelos al ingresar en la residencia. «En ese momento no estaba disponible en ninguna de las plantas. Se volvió a preguntar varias veces, primero lo pusieron solo en un par de plantas donde están las personas dependientes...», explica su nieta. El centro cuentan con tres ordenadores, «pero son antiguos y no se van a poner a hacer videollamadas delante de todo el mundo. Y tampoco es el momento de coger cosas comunes», detalla Sara.

Fueron pasando los meses, pero la ausencia de Lela le hizo a Tito volver a requerir el servicio. «El otro día, como es muy teconológico y mi abuela llevaba veinte días ingresada en el hospital y él estaba solo, se le ocurrió pedir amablemente en un vídeo si podían ponerle wifi», indica. Un vídeo que compartió por grupos de wasap, su nieta en sus redes sociales y en pocas horas se hizo viral.

«Mi sorpresa fue cuando al día siguiente me llamaron desde la Consellería de Benestar para explicarme que el wifi se había mejorado en septiembre, algo que desconocían muchos de los trabajadores de la propia residencia con los que tiene mucha amistad mi abuelo», explica. A la familia le extrañó porque, destacan, la residencia tiene muy buena comunicación con ellos. «La propia residencia nos notifica todas las novedades, tienen muy buena comunicación y nos extrañó con algo que para nosotros es relevante por el uso que le dan mis abuelos», indica Sara.

Ya tiene el servicio habilitado

Tras el vídeo reivindicativo y la aclaración de la Xunta, Tito ya cuenta con su móvil conectado al wifi. «No es un wifi al uso, lo tienen que habilitar en cada dispositivo y entre el chico de mantenimiento con la Xunta ya se lo han instalado y ahora a mi abuela, que ayer ya volvió y se reencontraron. ¡No pueden vivir el uno sin el otro’», bromea. Otra medida que ha tomado el centro es informar del servicio a todos los usuarios que puedan necesitarlo. «Hoy tuvo mi abuelo una reunión con el director para explicarlo todo y van a poner anuncios en los tableros para quien quiera solicitarlo», agradece.