Furtivismo de alto riesgo por el covid

Manuel Arroyo Alves
M. Arroyo FERROL / LA VOZ

FERROL

Foto de archivo de mariscadores furtivos en la ria de Ferrol
Foto de archivo de mariscadores furtivos en la ria de Ferrol José Pardo

Intensifican los controles ante la creciente demanda de marisco en Navidad

13 dic 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

En cada operativo contra el furtivismo, las autoridades sanitarias insisten en que el consumo de productos del mar extraídos y comercializados de manera irregular supone un serio riesgo para la salud. A esa problemática enquistada en el sector se le suma en esta campaña el covid-19, sin control alguno fuera de los canales legales de venta. Producto más barato, sí, pero que puede aguar las próximas fiestas.

El marisco ha de ser sometido a un proceso de depuración; envasado en malla y despachado en condiciones de salubridad. Este año de pandemia, además, las instalaciones donde se comercializa deben ser limpiadas continuamente, además de otras medidas preventivas ya adoptadas, como el análisis periódico en laboratorio de muestras de la depuradora o de la mesa donde se prepara el producto. Obviamente, el personal tiene que trabajar dotado de Epis como mascarillas y guantes, entre otras medidas impuestas a raíz de la crisis del coronavirus.

Aumento de los controles

El servicio de Gardacostas de Galicia intensifica desde comienzos de diciembre y hasta después de las fiestas navideñas la presencia en el mar para evitar la actividad de los furtivos. Según fuentes consultadas en la Consellería do Mar, también se refuerzan ahora las inspecciones en la cadena de comercialización, desde las carreteras hasta las lonjas, locales comerciales o de hostelería. Las actuaciones se centran, principalmente, en aquellos productos que obtienen un mayor valor en el mercado, como la centolla, la nécora o el percebe. Así, la labor de los efectivos de Gardacostas -a la que se suma el resto de fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado- varía en función de las necesidades y de la planificación para controlar por áreas, épocas y especies de mayor relevancia. La ría de Ferrol es, en estas fechas, una de las prioritarias. De hecho, en las semanas pasadas ya se desarrollaron operativos en la zona. En el último notificado, los agentes se incautaron de 80 kilos de centolla, diez kilos de vieira y cinco de nécora, además de dos kilos de zamburiña, otros dos de carneiro y uno de almeja babosa que estaban sin identificar y que fueron devueltos al mar. En este sentido, los gardacostas ponen el foco en detectar cualquier actividad ilícita en el proceso de comercialización de los productos del mar, desde que se extraen hasta que llegan al consumidor final, con el objetivo de velar por que se cumplan todos los requisitos de trazabilidad.

Escasez de producto

«Hay poco marisco, pero lo bueno es que se van manteniendo los precios», indica Isabel Maroño, patrona mayor de la cofradía de Ferrol. Para la responsable del pósito «cae de cajón» que en esta época aumenta la actividad furtiva «porque hay demanda». En plena campaña, los precios de los productos estrella se sitúan en los 30 euros por kilo de almeja babosa y los 25 por kilo de la centolla.

Rosa Quintana: «Estamos dispostos a seguir traballando pola ría de Ferrol e polo marisqueo»

  

Los presupuestos de la Consellería do Mar para el 2021 contemplan una partida de 1,5 millones de euros destinados a la «mellora da produción da ría de Ferrol». La titular del departamento, Rosa Quintana, destacó que con esa aportación queda patente que «estamos dispostos a seguir traballando pola ría e polo marisqueo»; un cometido en el que, subrayó en su intervención parlamentaria, «vén traballando o Goberno autonómico desde o ano 2009 con diferentes actuacións e medidas».

La conselleira explicó que «hai case un ano o Executivo autonómico empezou a analizar a posibilidade de desenvolver labores xunto coa Estación Biolóxica da Graña (Universidade de Santiago) para sumar esforzos no coñecemento das circunstancias que minoran a producción da ría». Precisamente es esa escasez de marisco la que pone contra las cuerdas a un sector del que viven en la comarca más de medio millar de familias. En demanda de una solución integral, los profesionales mantienen un calendario de movilizaciones que se ha visto frenado por los cierres perimetrales, pero que retomarán tan pronto como las condiciones sanitarias lo permitan, según indicaron las fuentes consultadas.