Recibieron el alta epidemiológica, pero acusan daño pulmonar o cansancio extremo
20 nov 2020 . Actualizado a las 20:11 h.Medio centenar de las casi 3.000 personas que se han contagiado de covid en el Área Sanitaria de Ferrol estuvieron graves a causa del covid-19 y 40 de ellas siguen padeciendo las consecuencias de la enfermedad que les produjo. La mayoría presenta lesiones importantes en el pulmón y por eso acuden a la consulta de neumología, donde los ven los especialistas que ya los evaluaron cuando estaban ingresados.
La responsable de este servicio recuerda los sustos que daban cuando estaban en planta a los equipos sanitarios, porque empeoraban de repente sin tiempo a que el enfermo pidiese ayuda. «Son pacientes a los que les baja la saturación y no tienen percepción de esa falta de vida, no notan nada», explica la neumóloga Carmen Diego, que recuerda que estas secuelas en el pulmón pueden quedar a pacientes de cualquier edad, como están constatando. Por eso recalca que «no siempre es una enfermedad que afecta a la gente mayor».
«Las secuelas pulmonares pueden quedar a personas de todas las edades, no solo a mayores», asegura la neumóloga Carmen Diego, que realiza un seguimiento de 20 personas que estuvieron graves por el virus
Fibrosis, la gran complicación
La complicación que más preocupa en esta consulta es la fibrosis que suele ser la cicatriz que deja el coronavirus después de que el pulmón se inflame. «En las fases agudas vemos una inflamación del pulmón más intensa que la que causa la neumonía y los pacientes después del alta acuden a revisión a nuestro servicio y algún caso tiene fibrosis -precisa Carmen Diego-. Quedan secuelas, porque falla la reparación del pulmón». Sin embargo, por ahora solo una parte pequeña de los 20 pacientes a los que realizan seguimiento han desarrollado este problema.
El servicio de Anestesia del Complejo Hospitalario Universitario de Ferrol también estuvo al pie de la cama de los enfermos que lo pasaron peor por la infección que les causaba el coronavirus y sigue tratando a una veintena, aunque por ahora descarta que tengan que entrar en la Unidad del Dolor del CHUF, donde se actúa sobre padecimientos crónicos y persistentes. El responsable de este servicio es Francisco Castro y explica que todos los pacientes que deben estar intubados más de diez días desarrollan problemas y con el covid algunos superaron este tiempo. «Sufren una polineuropatía y para recuperarse se les pauta un tratamiento basado en la rehabilitación tanto física como psíquica», explica un especialista sobre unos secuelas que incluyen un cansancio extremo, la pérdida de masa muscular, tos, trastornos del sueño y hasta una sensación parecida a unas ganas de llorar permanentes. Por eso, al igual que cuando estaban ingresados cuentan con el apoyo de otros servicios, como dermatología, porque el covid también genera una alopecia (similar a la que sufren las embarazadas) meses después del alta epidemiológica, psiquiatría y, por supuesto, las áreas de rehabilitación del CHUF.
«Todas las personas que han estado intubadas van a arrastrar problemas», recalca el responsable de Anestesia y Reanimación Francisco Castro, que trató en la unidad de cuidados intensivos a algunos de los casos más graves.
Fisioterapia, el apoyo fundamental
La fisioterapia es fundamental para los enfermos de covid y por eso el CHUF ha creado un equipo especial que trata a estos enfermos desde que ingresan hasta que recuperan toda su forma física. La responsable es Concepción Baamonde Pedreira, jefa del Servicio de Medicina Física y Rehabilitación, y cuenta con un equipo que personaliza las sesiones en función de cada paciente. Estos cuidados se inician cuando las personas están ingresadas en la uci y continúan tras el paso a planta.
El objetivo de esta unidad pasa por ayudar a los enfermos a superar las secuelas respiratorias y neurológicas fundamentalmente.