La pandemia coloca al borde del precipicio a las agencias de viajes

FERROL

JOSE PARDO

Subsisten con los ahorros propios, los ERTE y algunos viajes de empresas

12 nov 2020 . Actualizado a las 20:16 h.

Se resisten a echar el cierre, pero la situación por la que atraviesan es muy grave. Las agencias de viajes de Ferrol aseguran haber perdido un año completo, porque los contratos que habían cerrado en octubre del ejercicio pasado se fueron al traste a causa del covid y, tras un verano que les dio cierta esperanza, vuelven a estar prácticamente a cero. Todas resisten para que los clientes sepan que no los han abandonado, pero señalan que el término «subsistir» les queda grande. Y tratan de hacerlo echando mano de los ahorros, con los ERTE y una actividad mínima con los viajes de empresa.

José Anca, que lidera el grupo Galitur, con oficinas en Ferrol, A Coruña y Santiago, manifiesta que están echando mano de «mucha paciencia, porque la caída de las ventas se acerca al 90 % y eso es poco asumible. Esperamos que el futuro mejore y que la primavera marque el despegue inicial». Las 14 personas de esas tres oficinas están en un ERTE con recorte del 50 % del horario de trabajo. «Subsistimos con recursos propios y con las ayudas a la financiación, porque los viajes de vacaciones y de grupo están totalmente parados», apunta. Una parte importante de su actividad actual es la gestión de viajes para empresas de todo el territorio gallego y parte del nacional. Pero también hay otras trabas: las reducciones de vuelos, solo están abiertos entre el 30 y el 40 % de los hoteles y, ante el temor a tener parados a los trabajadores en el país de destino por las cuarentenas, algunos empresarios desisten de enviarlos fuera. Anca concluye que «perderíamos menos cerrando, pero tenemos que estar para atender a los clientes».

En Viaxes Terrae, Gustavo Montero solo abre por la mañana y su compañero está en ERTE. «Sigo aquí para dar confianza a los clientes, pero no hay ni un viaje y los gastos fijos rondan los mil euros, por lo que estamos tratando de renegociar el alquiler».

Susana González, de Viajes Paco, dice que logran mantenerse abiertos con los desplazamientos de empresa y los bonos de la Xunta a los sanitarios para viajar por Galicia. Y añade que ahora comienzan a moverse los cruceros con ofertas muy buenas.

Otros optan por reinventarse, como María José Vázquez, de Viaxes Narón, quien, ante la falta de trabajo, se dedica a mejorar la digitalización de la oficina. Este año logró la «Q» de excelencia y recalca: «hundirme?, nunca».

«Tengo que dejar el local, seguiré con teletrabajo en casa y pagando para mantener la licencia»

La falta de ingresos le obliga a dejar el local en el que está ubicada su agencia de viajes. «Zafiro Tours Fene pliega sus velas en diciembre para no dañarlas más, pero sigue navegando», explica su gerente, Ana Rodríguez Loureiro, añadiendo que solo deja el local físico y que seguirá «desde casa hasta que estos dure, a la espera de que las vacunas funcionen y podamos retomar la actividad y volver a pie de calle». Insiste en que no se trata de un cierre y que seguirá «peleando para que nos devuelvan hasta el último céntimo de nuestros clientes, sobre todo el tema de los vuelos y esas empresas que rescatamos con dinero público pero que nadie les obliga a devolver urgentemente lo que deben a los pasajeros». «Yo tengo que dejar el local, pero seguiré con teletrabajo en casa, atendiendo a mis clientes y pagando para mantener la licencia», puntualiza esta empresaria autónoma que se encuentra con otro grave problema, que es el de tener que seguir manteniendo durante seis meses a su empleada, que está en ERTE. «Ella tampoco entiende que no pueda despedirla y pagarle la indemnización, que es lo que quiero y necesito hacer», señala, y añade que el colectivo al que pertenece está totalmente desamparado. Ana Rodríguez Loureiro sostiene que las ayudas públicas directas resultan imprescindible para que las agencias de viajes puedan mantenerse a flote y, en su momento, remontar, y muestra su miedo a lo que puede pasar con la declaración de Hacienda del próximo año.

«Los vuelos de regreso a Marruecos suponen ahora el grueso de nuestra actividad»

En Nautalia Viajes están sobrellevando la complicada situación con mucha dificultad. Los tres empleados están en un ERTE parcial desde marzo y la carga de actividad ha descendido en alrededor de un 70 %. «Los vuelos de regreso a Marruecos suponen ahora mismo el grueso de nuestro trabajo», apunta Vanessa Caaveiro, una de las empleadas, añadiendo que, si bien la demanda de retorno a ese país está siendo bastante alta, significa muy poco para la agencia. También tienen en cartera un viaje de empresa de siete personas para trabajar en los Emiratos Árabes y algunos vuelos para Canarias. «Poca cosa, pero vamos sobreviviendo», apostilla.

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