Más de 4.000 personas están confinadas en sus casas a causa del covid en Ferrolterra

FERROL

CESAR TOIMIL

La mayoría de los que cumplen cuarentena son contactos directos de contagiados y la cifra de pacientes que pasan la dolencia en sus hogares sube día a día

01 nov 2020 . Actualizado a las 05:06 h.

En la actualidad, y según los últimos datos de la Consellería de Sanidade, un total de 770 afectados de covid-19 en el área sanitaria de Ferrol están pasando la enfermedad en sus casas, con autocuidados y seguimiento sanitario. En las plantas de hospitalización específicas del Arquitecto Marcide hay otros 30 contagiados y siete más en la Unidad de Cuidados Intensivos.

Las cifras de positivos siguen aumentando de forma alarmante y, en consecuencia, también la población que se puede considerar afectada, y no solo los casos activos, sino también su entorno familiar o laboral.

Según fuentes de Sanidade, por cada positivo hay un promedio de 4 a 5 personas confinadas de modo preventivo, por lo que en los veinte municipios que conforman el área de salud de Ferrol el número de aislados supera los cuatro mil.

Ante las quejas surgidas por el retraso en la realización de las PCR, lo que obliga a personas que finalmente no tenían el covid y a sus contactos directos a mantener el aislamiento, desde el Área Sanitaria de Ferrol se indica que los tiempos de respuesta han sido siempre buenos y que en el caso de la totalidad de los sintomáticos siempre es antes de 24 horas. Y se añade que, de haber algún retraso debido al incremento de la actividad, no es lo habitual, dado que se están priorizando las personas con síntomas y sus contactos más estrechos.

Como prueba de ello, señalan aluden as ascenso progresivo de las pruebas PCR en los últimos meses. Así, la primera semana de octubre se realizaron una media diaria de 268 pruebas; la siguiente, a partir del 5 de octubre, hubo 345; la del 12 de octubre en adelante, 318; y la siguiente, 442. Estos últimos días, y a consecuencia de la alarmante subida de los positivos, todavía se incrementó más el ritmo de las PCR: el pasado miércoles se realizaron 777; el jueves, 658; y el viernes, 727.

Comparando estos datos con la primera ola de la pandemia y la desescalada, el volumen diario de pruebas PCR era muy inferior. Entre marzo y abril se realizaron una media de un centenar al día; en julio, en torno a 150; en agosto, alrededor de 200 y el pasado septiembre se rondaban las 250 pruebas.

Iria Alonso: «Estuve muy agobiada, al no saber si el resto de la familia estábamos propagando el virus»

El viernes día 23 de octubre, a las 20.45 horas, Iria Alonso, vecina de Xuvia (Narón), recibió un correo electrónico del IES Terra de Trasancos, en el que le comunicaban que su hijo, de 15 años, tenía que ponerse en cuarentena por un contacto con un positivo en su grupo del instituto, y que Sanidade se pondría en contacto con ella. El menor y su hermana, de nueve años, estaban en casa de su padre para pasar el fin de semana, y, en vista de la situación, regresaron al domicilio de la madre y el chico se aisló en una habitación. Iria explica que, al día siguiente, llamó al número de teléfono del covid, en el que le informaron de que ese mismo día o el domingo Sanidade los llamaría para hacerle la PCR y que el resto de convivientes hicieran vida normal. Como seguía sin respuesta, el lunes volvió a llamar y le indicaron que todavía era pronto y que, si en dos días no le hacían la prueba, que volviese a insistir. La madre asegura que ya no podía esperar más, por lo que el martes llamó al instituto y le comunicaron, a través del conserje, que estuviese tranquila y que quien tenía que comunicarse con ella era la Xunta. «El miércoles volví a llamar a Sanidad y me dijeron que tanta espera no era normal, por lo que me volvieron a pedir todos los datos, pero tampoco hubo respuesta, por lo que el jueves contacté con mi médico de cabecera, que tampoco lo consideraba normal, por lo que solicitó ella que le hicieran la PCR a mi hijo», explicaba ayer por la mañana Iria. Y a media tarde llegó la esperada llamada: Hoy, domingo, a las 10.50 horas, le realizarán, por fin, la PCR. «Estuve muy agobiada, al no saber si el resto de la familia estábamos propagando el virus». Se refería a que su hijo podría ser asintomático, haber contagiado al resto de convivientes y que estos, al hacer vida normal, pudieran haberlo transmitido a otras personas: la niña en el colegio, ella en su trabajo en el sector de la limpieza y su pareja en el taller de reparación del calzado. Y apunta el agravante de que en su casa conviven dos personas de riesgo, porque ella es asmática y alérgica, y su compañero es diabético e hipertenso, y en marzo sufrió un ictus. Iria tampoco dice entender que, ante esta situación, y con su hijo en clases virtuales y haciendo los deberes, «me sigan llegando a casa las faltas de asistencia del niño al instituto».