«A los niños hay que contarles las cosas como son, sin edulcorar la realidad»

beatriz antón FERROL/LA VOZ

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cedida

El Espejo Negro presenta este domingo en el Jofre Óscar, el niño dormido, ganadora de un Premio Fetén al mejor espectáculo de gran formato

08 oct 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

La historia de un niño que sale de su clase de baloncesto, sufre un accidente y se queda en coma no parece a priori lo más adecuado para el público infantil. Sin embargo, el prestigioso titiritero malagueño Ángel Calvente no tarda ni un segundo en desmontar tal creencia. «¿Acaso La Bella Durmiente y Blancanieves no se quedaron también en coma? La primera al pincharse con una rueca, y la segunda al morder la manzana», señala con acierto el fundador de la compañía El Espejo Negro, que este domingo desembarca en el teatro Jofre (19.30 horas) para presentar Óscar, el niño dormido.

El protagonista de este montaje de actores y marionetas, ganador del premio Fetén al mejor espectáculo de gran formato en el año 2016, también es un «bello durmiente», solo que su historia no se plantea como una tragedia, sino como un «canto a la vida, la esperanza y la superación», en palabras de Calvente.

«Lo que quería transmitir a los enanos con esta obra es que, aunque la enfermedad les pueda golpear en algún momento, hay que luchar, porque se puede superar y la vida sigue», explica el creador de un montaje que cuenta con proyecciones «muy potentes», que ayudan a los niños a entrar en la cabeza de Óscar para entender lo que ocurre en su cerebro mientras se encuentra en coma. «El espectador ve lo que pasa con sus neuronas y el hematoma que tiene en la cabeza, los cuidados que le presta su familia y también la lucha interior que hace que Óscar despierte y pueda disfrutar de lo que más le gusta, aunque le queden algunas secuelas y tenga que volver a aprender a escribir, andar o hablar», explica Calvente.

El autor de la obra reconoce que se trata de un tema «duro», pero no por ello vetado a los más pequeños. «Yo creo que a los niños hay que contarles las cosas como son, siempre con su lenguaje y su manera de ver la vida, eso sí, pero sin edulcorar nunca la realidad», dice este referente de las marionetas en España.

La piezxa, que Calvente escribió pensando en un amigo que se encuentra en coma vigil desde hace ya varios años, «divierte, sorprende y emociona», según las alabanzas de la crítica.