Durante muchos años brilló en el rugbi, y ahora, tras haber colgado las botas, ayuda a muchos a combatir el estrés y ganar músculo como entrenador personal
21 sep 2020 . Actualizado a las 09:29 h.Es hijo de farmacéutico y bibliotecaria, pero a Fran Usero jamás se le pasó por la cabeza trabajar entre libros o detrás del mostrador de una botica. Desde muy niño su gran pasión siempre fue el deporte. En los campos de rugbi vivió muchos días de gloria como jugador y entrenador, y una vez finalizada aquella etapa, este ferrolano de cuna santiaguesa se volcó de lleno en su faceta de adiestrador físico y deportivo. Ahora, con 41 años, comanda el centro de entrenamiento personal y pilates Enérxica de Ferrol, donde ayuda a deportistas profesionales a mejorar su rendimiento físico para lograr sus metas, pero también a gente corriente de la calle, que simplemente busca estar en forma, ahuyentar los kilos o liberarse del estrés. «¿Que si soy muy duro en los entrenamientos? ¡Ya lo fui más! Para estar en buena forma hay que es esforzase, eso es cierto, pero no hace falta sufrir. Lo del no pain no gain no va conmigo», dice sonriente.
En las distancias cortas, con su 1,85 de estatura y sus casi 100 kilos de peso, este hombretón de aspecto celta impone. Pero luego, con la charla y un café, toda esa aparente dureza se desvanece, porque Fran se muestra muy cercano, alegre y hablador. Me cuenta que esa tendencia suya a la verborrea es algo que utiliza mucho en las sesiones con sus alumnos, para animarlos. «Mientras hablas, entretienes. Y cuando se quejan de que ya no pueden más, siempre les digo lo mismo: recordad que todo es ganancia», comenta entre risas. Además, en los entrenamientos echa mano de muchos equipos y material para hacer más amena la sesión: desde una máquina de remo hasta un simulador de esquí, pasando por dos bicicletas (una estática y otra elíptica), una cinta de correr o las ketlle bell, las famosas pesas rusas, que en su caso le ayudaron a perder ocho kilos durante el confinamiento. «Bajé de 103 a 95, pero ahora ya he ganado tres y me he puesto en 98», desvela.
«Otra cosa que nos distingue es que desde hace tres años disponemos de un terreno en Esmelle para hacer entrenamientos al aire libre, algo que ahora nos demanda mucho la gente por el tema del coronavirus», explica Fran, quien dirige Enérxica junto a Pilar Lozano, su pareja. «Yo llevo el área deportiva y ella la gestión y creo que formamos un buen equipo», comenta sin escatimar elogios para ella.
Interno en O Peleteiro
Fran tuvo una infancia feliz, a pesar de que pasó varios cursos interno en el colegio Peleteiro de Santiago. «No sacaba buenas notas, tal vez porque soy disléxico, y mis padres decidieron enviarme allí. Cuando lo cuento mucha gente me pregunta si no lo pasé mal, pero para mí la verdad es que no fue nada traumático. Hice grandes amistades y guardo un gran recuerdo de aquellos años», rememora Fran. Precisamente fue un amigo de aquel internado quien le descubrió la magia del rugbi, un deporte en el que «Pakito», como lo llamaban sus compañeros en el campo, consiguió brillar. Durante trece años militó en el Vigo Rugby -tres de ellos en la división de honor, a las órdenes de David Monreal y el «All Black» Norm Maxwell-, fue internacional por España, además de capitán de la selección gallega y entrenador del Rugby Ferrol. «¿Que qué me ha dado el rugbi? ¡Uff! Muchísimas cosas: disciplina, afán de superación... Pero, sobre todo, me ha dado grandes amigos», dice emocionado.
Por las vivencias de aquellos años y por poder trabajar ahora en lo que más le gusta, Fran se considera un «privilegiado». Y también por vivir en su querido Ferrol, al que adora. «Soy tan optimista que no es que vea el vaso medio lleno, sino que lo veo lleno hasta arriba. Y por eso creo que esta ciudad puede salir adelante, porque tiene un gran potencial», concluye con orgullo de ferrolano de pro.