La campaña estival permite una tímida recuperación del empleo

Beatriz García Couce
Beatriz Couce FERROL

FERROL

Terraza en un chiringuito en Cabanas, en foto de archivo
Terraza en un chiringuito en Cabanas, en foto de archivo JOSE PARDO

El mayor incremento de la contratación se produjo en el sector agrario de la comarca

15 sep 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

El desarrollo de la campaña de verano ha traído consigo alegrías para el empleo en las tres comarcas y alejó los nubarrones que se cernían sobre el mercado de trabajo tras el estallido de la pandemia del coronavirus. De hecho, las estadísticas que publica mensualmente la Seguridad Social indican que, a finales de agosto había 51.480 trabajadores en alta laboral, 1.654 más de los registrados en marzo, cuando se declaro el estado de alarma y comenzó el confinamiento. En términos porcentuales, supone un incremento del 3,3 %, que no obstante no es homogéneo en toda el área. La comarca que experimentó un mayor repunte de la contratación fue la del Ortegal, que pasó de tener 2.525 afiliados, al finalizar el primer trimestre del año, a 2.715, lo que implicó un crecimiento del 7,5 %.

Mientras, la expansión del empleo fue del 3 % en Ferrolterra, y el del 3,1 %, en el Eume.

La mejora de la ocupación, que se produce habitualmente en los meses de verano debido a las contrataciones que se efectúan en el sector servicios ha sido generalizada en todos los regímenes, a excepción del colectivo formado por los empleados del hogar. Desde que se inició la crisis del coronavirus, estos profesionales han acusado especialmente la destrucción de puestos, frente a otros sectores. Así, hace medio año, la Seguridad Social contaba con 1.191 empleados del hogar, frente a los 1.161 de agosto, lo que implicó una caída de 2,5 %.

Sin embargo, la tendencia general en el resto de sectores fue la contraria. Si hay un régimen que ha experimentado un notable incremento del empleo es el agrario, que no ha dejado de crecer desde que comenzó la expansión del coronavirus. De hecho, se convirtió en uno de los pilares esenciales, para garantizar el suministro a familias y empresas.

Campañas de recolección

El desarrollo de las campañas de recolección del verano también explican el significativo repunte de este segmento de actividad. Aunque en términos absolutos es el que genera un menor número de puestos -427- su tendencia al alza no se detiene. Hace solo medio año había 307 empleos en este mercado, 120 menos que los actuales, que son un 40 % más.

También ha crecido la contratación entre los trabajadores del mar, aunque muy levemente, pasando de 1.565 a 1.568 empleados.

Como viene siendo habitual, los afiliados al régimen general de la Seguridad Social son los que conforman el colectivo más numeroso. Así, a finales de agosto había contabilizados 37.292 trabajadores en este epígrafe, 1.471 más que cuando estalló la pandemia. Supone, pues, un aumento superior al 4,1 %. 

Por cuenta propia

También el empleo por cuenta propia experimentó un repunte significativo. Si el pasado marzo estaban dados de alta un total de 10.989, medio año después, esa cifra creció hasta los 11.062, lo que implica un incremento del 0.6 %.

No obstante, si la comparativa de los datos que maneja la Seguridad Social se efectúa con respecto a hace un año, los niveles de empleo aún son significativamente inferiores. En concreto, actualmente hay 2.654 trabajadores menos que en agosto del 2019. Y la situación podría verse agravada, ya que los representantes de los trabajadores del sector naval de la ría, una de las principales industrias de la comarca, ya han alertado de que se avecinan centenares de despidos en las compañías auxiliares si el Gobierno central no dota de carga de trabajo a las factorías públicas. La planta ferrolana se quedará a principios del próximo año sin carga de trabajo alguna, hasta que comiencen las F-110, en el 2022.

Atrás quedan los meses con miles de puestos destruidos 

El confinamiento total de la población supuso un duro varapalo para el empleo. Además de los centenares de trabajadores que vieron suspendidos sus puestos a través de expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) se sumaron aquellos que se vieron en la calle de un día para otro, debido a la suspensión de la actividad que trajo consigo la pandemia. En Ferrolterra, Eume y Ortegal solo durante las primeras cuatro semanas de la crisis sanitaria se destruyeron 2.000 empleos. Posteriormente, la caída se atemperó, hasta llegar al verano, cuando se le ha dado la vuelta a la situación.