La cofradía de Pontedeume ha remontado este verano y ya casi duplica la facturación de todo 2019

ANA F. CUBA PONTEDEUME / LA VOZ

FERROL

JOSE PARDO

El marisqueo paró cuatro meses por la pandemia y la toxina

11 sep 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Agosto salvó a la Cofradía de Pescadores de Pontedeume, que a mediados de julio se veía abocada a la asfixia después de tres meses de inactividad forzosa por culpa de la pandemia. Y una vuelta frustrada por la toxina, que les obligó a parar otras tres semanas y reapareció pocos días después, provocando un nuevo cierre de la ría. La situación se normalizó en la última semana de julio y desde entonces hasta ahora ha permitido que los mariscadores recuperen buena parte de lo perdido a lo largo de la primavera y el comienzo del verano.

«Al final ha estado bastante bien, nos ha respetado el virus y hemos podido trabajar. El marisqueo a pie también pudo volver [tardaron más en reincorporarse tras el estado de alarma], y podemos decir que ha sido un buen verano, sobre todo porque no ha habido contagios», remarca el patrón mayor, Santiago Salgado. Las cifras demuestran que la situación económica del pósito ha mejorado de manera notable. De hecho, la facturación correspondiente a este año ya casi duplica la obtenida en todo 2019.

Hasta el 10 de septiembre, el pósito eumés comercializó 9.717 kilos de marisco, por 127.564 euros, muy por encima de los 6.717 kilos de todo el año pasado y casi el doble de los 68.483 euros que movió en el período anterior. El balance económico de este verano refleja una mejoría respecto al mismo tramo de 2019. Del 15 de julio al 10 de septiembre recolectaron 3.171 kilos de marisco, que vendieron por 40.237 euros; mientras que el año pasado, en esas mismas semanas solo extrajeron 1.123 kilos de producto, del que obtuvieron 11.931 euros.

Sin hostelería no hay salida

A Salgado, muy contento con los resultados de la campaña estival, le preocupa lo que ocurra en las próximas semanas. «A ver, cada ver hay más contagios y ya estuvimos confinados con unos datos mejores que los de ahora. Si hay otro cierre de la hostelería, eso nos repercute muchísimo. De poco nos sirve poder trabajar si no tenemos dónde colocar el marisco», subraya. Desde mediados de julio recolectaron 743 kilos de almeja babosa, que se cotizó a una media de 18 euros el kiloal mismo precio que en Navidad», destaca el presidente de la cofradía-, y 610 de almeja fina, a 22,06. Ambas especies constituyen su principal fuente de ingresos. Después se sitúa el berberecho, con 1.151 kilos extraídos este verano, a 7,04 euros por kilo como precio medio.

«Cogimos babosa en una zona donde no solíamos trabajar, y así dejamos otras para más adelante [...]. Recuperamos lo que perdimos en el confinamiento y con menos recursos, porque llevaba mejor precio», concluye Salgado.