Los cerca de cuarenta creadores que este año acudieron a la cita plasmaron sus genuinas obras en las paredes del barrio
07 sep 2020 . Actualizado a las 05:00 h.Sin las aglomeraciones de años anteriores, por las medidas de seguridad establecidas a causa del covid-19, el ferrolano barrio de Canido despidió ayer con éxito una nueva edición de Las Meninas. Y lo hizo con los últimos retoques a sus obras por parte de los cerca de cuarenta creadores que este año se sumaron a la iniciativa y que han dejado detrás de sí un genuino museo al aire libre.
El tiempo acompañó, porque tras una mañana gris por la tarde lució el sol, y las calles del barrio alto de la ciudad estuvieron muy animadas durante toda la jornada, aunque sin mareas humanas como en ediciones anteriores. A pesar de que lo más impactante es ver a los creadores de arte urbano ejecutando sus obras, el hecho de que estas se encuentren al aire libre seguirá atrayendo al público los días, semanas e incluso meses siguientes, como suele ocurrir con Canido a lo largo de todo el año y más en esta ocasión.
El alma mater de Las Meninas, Eduardo Hermida, se mostraba ayer altamente satisfecho del buen resultado de la convocatoria, tanto a nivel del respeto a las normas de seguridad, como por el trabajo de los artistas plásticos participantes, entre ellos algunos de gran prestigio, como es el caso de Shfir, Pastron#7, Da2puntocero, Tardor o El Rojo. «Me ha sorprendido mucho el respeto con el que la gente se está acercando a ver las obras, de forma muy ordenada, como si estuvieran visitando un museo», manifestó a este periódico Hermida, y añadió que el comportamiento del público también fue de mucho respeto hacia el trabajo de los artistas. «Otros años los saludaban, charlaban con ellos y les pedían hacerse fotos», dijo, añadiendo: «Me pareció una vuelta a los orígenes estupenda».
Las Meninas de Canido nacieron de su mano en el año 2008 con un claro acento reivindicativo y el firme objetivo de lograr la regeneración urbanística del barrio a través del arte.
Los últimos años, esa celebración se ha ido aderezando con nuevas aportaciones, hasta llegar a convertirse en un auténtico festival del arte urbano, con conciertos de música y actividades paralelas. Todos esos aditamentos se suprimieron a causa de la pandemia del coronavirus, quedando solo los artistas y sus obras para seguir enriqueciendo y dando color a las deterioradas paredes y muros del barrio de Canido.
Eduardo Hermida explicaba ayer que en la presente edición se han incorporado una treintena de obras más -los artistas son cerca de cuarenta, pero algunos trabajaron juntos- al museo al aire libre que se ha consolidando en las calles del barrio de Canido en estos trece años de vida. Algunas de ellas son de gran formato, como el mural pintado estos días por Sfhir en un edificio de ocho plantas situado en la calle Doctor Fleming. Por su parte, las propias paredes del templo de San Rosendo sirvieron de lienzo para las creaciones de dos de los participantes.