Este verano han aumentado los visitantes gallegos, apenas ha habido extranjeros y la mayoría demandan actividades de naturaleza y aire libre
05 sep 2020 . Actualizado a las 05:00 h.Las poblaciones costeras de la comarca han estado llenas de gente este verano. De no ser por el uso de mascarillas y por el resto de restricciones derivadas de la pandemia del covid-19, nadie hubiera sospechado la crisis latente. Sin embargo, las visitas a las oficinas de turismo han caído, en varios casos hasta casi el 50 %. «En julio no llegamos a la mitad de consultas respecto al mismo mes de 2019 y en agosto pasamos de 2.719 a 1.840», explican desde el servicio de Ortigueira. La suspensión del Festival do Mundo Celta tiene mucho que ver con el bajón de julio.
«Tuvimos gente, pero menos que otros años», constatan en la oficina de Cedeira, igual que en la de Cariño, donde estiman un descenso en un 40 %. Este verano apenas ha habido turistas extranjeros, con una disminución muy destacada de los británicos, y ha aumentado la afluencia de gallegos, «moitos da mesma provincia, A Coruña, seguida de Pontevedra, Lugo e Ourense», como apuntan en el punto de información de Pontedeume. Aquí han detectado un incremento de los viajeros del área mediterránea, aunque en cabeza continúan madrileños, vascos y catalanes.
En agosto, en Cariño recibieron 154 consultas de gallegos, 1.122 de viajeros del resto de España y 30 de ciudadanos extranjeros. «De Galicia hemos tenido más que otros años, es un turismo de proximidad, por miedo», apuntan en Cedeira. «La afluencia mayoritaria ha sido de madrileños y ha habido más gallegos, que te daban la justificación de que había que potenciar el turismo de cercanía», explican en Ortigueira. «Gente de Madrid o de Alicante te explicaba que este año había renunciado a viajar al extranjero y se había venido de ruta por el norte», agregan.
Actividades al aire libre
La situación sanitaria también determina los intereses de los veraneantes, que este año han demandado, sobre todo, actividades al aire libre y relacionadas con la naturaleza. «Preguntaban por playas con poco aforo y si estaba confinada la zona del banco de Loiba», cuentan en la oficina de A Lagarea. Las rutas de senderismo y las georrutas triunfaron, tanto en Ortigueira como en Cedeira. «Este ano foi tremendo o interese polas Fragas do Eume -señalan desde el Torreón dos Andrade-, como a xente estivo tanto tempo confinada ten moitas gañas de natureza e de estar ao aire libre». Y también por seguridad, como demuestran las preguntas repetidas sobre locales hosteleros con terraza.
La oficina de Cabanas indica que la mayoría de las consultas atendidas en julio y agosto se refirieron al parque natural. Todos los técnicos consultados coinciden en el aumento del turismo de autocaravana o furgoneta, con mucha gente de paso y, al mismo tiempo, estancias más largas.