Menos incidencia de la prevista en la costa y caída de hasta el 70 % en la producción de miel

Las altas temperaturas y el confinamiento, que se tradujo en un menor trampeo para capturar reinas, hacían temer a los apicultores de la zona que este verano la velutina atacaría con mayor virulencia que en temporadas anteriores. Pero no ha sido así. «Ha evolucionado de una forma sin lógica ni sentido, ahora mismo los colmenares que tengo, tanto el de interior como los seis de costa, están bastante tranquilos. Eso que estamos a finales de agosto, cuando los nidos de velutina tienen más población», explica Rafael Díaz Nieto, delegado de la Asociación Galega de Apicultura (AGA) en Ferrolterra.

Este mielero aclara que su caso es similar al de los 120 socios del colectivo. «Parece que la incidencia no está siendo tanta como en años anteriores. Es verdad que en la costa hemos tenido que colocar las arpas eléctricas en los colmenares. Velutina hay, pero las abejas están trabajando, llevando polen amarillo del maíz y rojo de las queirogas, que han adelantado su período de floración normal», detalla. Tanto él como el resto de los apicultores han intensificado el trampeo.

«Se non houbera arpas eléctricas non sei como lles iría ás colmeas, porque velutina hai», reconoce Manuel Rodríguez, responsable de AGA en Ortegal. Estima, por otro lado, que la producción de miel en el litoral ha caído cerca del 70 % respecto a la anterior campaña, y constata un notable aumento de la demanda, este verano, entre los turistas que han visitado la zona. De hecho, el precio se ha mantenido, cuando temían una bajada. «Non sei se ten algo que ver co virus ou non, pero a xente quere produto galego de calidade, e xa cando é certificado, mellor aínda», apunta Rodríguez. Díaz Nieto coincide en el descenso de la producción, que cifra en torno al 50 % con relación al año 2019.

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